Buenos días/tardes/noches.Hace ya muchos años, en mis tiempos de estudiante de Filología, surgía como movimiento rupturista la teoría de la adquisición.
Se defendía que el lenguaje es un universal, que el ser humano posee innato y que lo único que necesita es despertarlo.
Por eso se dejaba de hablar de 'aprender' un idioma y se utilizaba el término 'adquirir', porque realmente lo que necesitaba el ser humano eran herramientas para desarrollar algo que tenía 'per se'.
Si somos capaces de defender esta postura para el lenguaje, considerando que existen universales lingüísticos, es decir, elementos fonéticos y morfológicos que se repiten en cualquier idioma del mundo y que, por tanto, cualquier persona bajo el influjo adecuado puede desarrollar esa herramienta comunicativa con la que ha nacido, ¿qué decir de la creatividad?
Efectivamente. Llevo años defendiendo la postura de que la creatividad no es un elemento que unos posean y a otros les esté vetada, sino que todos la poseemos y que lo único que tenemos que hacer es despertarla y entrenarla.
A algunos les viene de serie despierta. De estos, los que no entrenan, dejan de ser creativos con la edad.
Otros, aunque la poseen, necesitan de algún elemento externo que la despierte, que la dispare. Una situación extrema, carencia de recursos, algún encuentro o aprendizaje motivador o...
Provocaciones creativas.
Pues esto último es lo que os propongo.
Mañana jueves 23, de 17 a 17,30 por mi perfil de Instagram Fernando Bercbal, y de 18,00 a 18,30 por el perfil de ASKool, os invitaré a debatir sobre qué es la provocación creativa, y os anunciaré una nueva semana de retos creativos para estas fechas 'algo más desahogadas', del 27 al 31 de diciembre.
¿Os animáis?
Os espero.
¡Gracias por seguir leyendo y, por supuesto, no solo se admiten, sino que se agradecen comentarios!
Yo estoy aquí porque vosotros estáis aquí..., y viceversa.
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