¿Cómo se convierte un grupo en un
equipo?
Cuando vamos a realizar un trabajo creativo, muchas veces
pensamos en eso tan mediterráneo de ‘¡Dejadme solo!’
Parece que crear resulta más sencillo si no tenemos que
llegar a acuerdos con nadie, si no debemos convencer a nadie, si no estamos
obligados a escuchar a nadie.
Con lo cual, mi entrada de hoy casi comenzaría por el
final. Por el ‘O… No!’
¿Es necesario trabajar en grupo o en equipo para crear?
Al fin y al cabo, los grandes genios eran genios, no
grupos de genios…
O eso parece.
Pero y además, antes de seguir por este camino, ¿qué más
da decir grupo o equipo?
Con las fotos de hoy he intentado ilustrar la diferencia.
Son fotos pertenecientes a los trabajos en el espectáculo
que desarrollamos en Rutland Waters, en el noreste de Inglaterra, hace ya unos
años, con el nombre de ‘The four winds festival’.
En esta opereta, yo llegué con los trabajos de diseño y
esqueleto ya creado, aunque quedaba mucho por hacer en cuanto a escenas,
coordinación, coreografías y visualización de un espectáculo que se desarrollaba
en una inmensa pradera al lado de un enorme lago y con una iglesia de fondo, a
la par que tres carpas con un coro de 100 niños, 30 adultos, una veintena de
músicos de brass band y otra veintena de orquesta .
Era un grupo numeroso. Algunos se conocían entre si
porque eran alumnos del mismo centro o pertenecían a la misma agrupación, pero
otros era la primera vez que coincidían, siendo la mayoría aficionados y no
profesionales… Eran un gran y numeroso grupo… Pero y además… ¿Eran un equipo?
Esa fue una de mis misiones en esta maravillosa
experiencia: convertir este gran grupo en un equipo maravilloso… Y creo que lo
conseguimos.
Y digo conseguimos, porque no lo hice yo solo… sino el equipo!!!
La foto de arriba fue el primer día de ensayo (de los dos
que tuvimos…) para coordinar a más de medio centenar de actores manipuladores
escolares. Les acabábamos de entregar el material, vestuario, alas en el caso
de pájaros o plumas en el caso de águilas y algunos portando las cabezas.
Se generaron una serie de coreografías para poder
acoplarlas al sentido de la dramaturgia y a la música.
Aún así, solo tuvimos dos ensayos completos con música.
La clave fue hacerlos moverse como equipos!!!
Y llegamos a hacerlo como en la foto de debajo, donde un
pájaro tropical se enfrenta al gran águila pescadora.
Si, volviendo al presente, la diferencia fundamental
entre un grupo y un equipo, es la coordinación y el mutuo apoyo.
Un grupo de gente puede intentar mover un coche averiado.
Un equipo lo moverá seguro.
Un grupo de personas puede intentar cantar juntos. Un
equipo hará sonar una bella canción.
Un grupo de seres vivos es capaz de sobrevivir de alguna
manera. Un equipo se organizará para sobrevivir de la mejor manera.
Y esta última es una de las claves… De la mejor manera!!!
Cuando un grupo de personas se reúnen para lograr un
objetivo, suele pensarse en el objetivo antes que en el grupo. Una vez
planificado todo, normalmente por la o las pocas personas que llevan la voz
cantante, se suelen repartir las responsabilidades de forma directiva por parte
de ‘la voz cantante’, de forma voluntariosa, por sorteo o, finalmente, por
descarte.
En cualquier caso, no se aprovechan las virtudes de cada
miembro del grupo, sino que se aprovecha el grupo para intentar lograr los
objetivos que marca el líder o líderes.
¿No sería más lógico pensar en el grupo para saber qué
objetivo es alcanzable o para alcanzar ese objetivo ‘de la mejor manera’?
Y aquí, dejadme que os muestre en paralelo lo que para mí
sería un equipo frente a lo que es un grupo, teniendo en cuenta que suelo
trabajar según técnicas de creación y que, por tanto, no es el equipo habitual.
Lo primero y principal es utilizar, que no gastar, algo
de tiempo en conocer al grupo y en que el grupo se conozca.
Si en una clase tratamos de hacer labor en grupos,
tenemos dos opciones:
Para dos horas que tengo a
la semana, yo formo los grupos y nos ponemos a trabajar ya!!!
O bien
Voy a utilizar una clase
entera para que se conozcan, descubran el grupo y se formen grupos de trabajo
para poder funcionar de forma más fluida.
Os aseguro que los objetivos serán mucho más fáciles de
conseguir si hemos utilizado tiempo para formar equipos, y no grupos.
En todos los proyectos a los que me suelo enfrentar, lo
primero que hago es intentar conocer al grupo con el que voy a trabajar, para
poder trabajar en equipo.
Lo segundo y primordial es no cegarse con la idea
peregrina o no tanto de un solo iluminado, y malgastar todo el potencial de un
grupo en la única dirección que marque el líder.
Es imprescindible conocer las habilidades y
potencialidades de cada miembro del grupo, para poder hacer un buen equipo.
Por eso cada uno debe aportar al grupo lo que mejor sepa
hacer o lo que más a gusto haga.
De nada le sirve a un equipo que alguien del grupo tenga
que realizar una labor para la que no está preparado y, menos aún, desperdiciar
la preparación de cualquier miembro del grupo en algún aspecto que, quién sabe
si en cualquier momento, vamos a necesitar.
Otro aspecto importante es que en un grupo, o se trabaja
todos a la vez, o es peligroso que una parte del grupo avance trabajo por su
cuenta, porque posiblemente no se llegue a aprovechar bien ese esfuerzo.
En un equipo, parte de ese equipo puede trabajar
paralelamente a otra parte, pues saben que trabajan con el mismo objetivo desde
sus especialidades y capacidades. Que se lo digan a músicos de orquesta,
cuántas horas de ensayo dedican a su instrumento, que es su especialidad, para
luego engarzar mejor en el equipo que es la orquesta.
Finalmente, otra diferencia fundamental es que mientras
que en un grupo hay un líder que encabeza, decide, tira y dirige, en un equipo
hay un fulcro. Alguien que coordina, que da voz y parte a cada uno, que motiva,
engrasa y engrana a todas las piezas… Eso sí, si es necesario, el fulcro es la
persona que tiene la última palabra, la última decisión y la responsabilidad
sobre la ética, la estética y la técnica del trabajo del equipo.
Después de todo esto, ¿alguien se acuerda cómo empezó esta
entrada al blog?
Sí. Hablábamos de que muchas veces creemos que crear es
más fácil de forma individual que en grupo.
Pues bien, después de muchos años dedicado a la creación
y habiendo probado el trabajo individual, en grupo y en equipo, os aseguro que
la satisfacción, los logros, las sensaciones y el gozo que se puede llegar a
sentir trabajando con un buen equipo (aunque sea de dos), no se logra en grupo
ni solo.
Sé que muchas veces nos va a tocar en esta vida
enfrentarnos a retos de forma individual.
A veces echaremos de menos a nuestro equipo ideal.
A veces, el equipo que creíamos infalible, fallará.
A veces, aquella persona en la que hemos depositado toda
nuestra confianza nos dejará, aparentemente, de lado.
Sin embargo, si estamos acostumbrados a trabajar como
buenos engranajes en equipo, o incluso como fulcros, el día que nos toque
hacerlo todo nosotros, solos, sin equipo, tendremos detrás todo un equipo
formado por las experiencias que hayamos vivido con todas esas personas que, en
cada momento, nos han aportado, no lo que les tocaba aportarnos, sino LO MEJOR
DE CADA UNA.
En cualquier caso, si algún día echáis de menos un buen
equipo, os encontráis repentinamente solos o, simplemente, necesitáis algo más…
Basta con que deis un silbidito… Sguro que aquella
persona que una vez coincidió con vosotros en aquella ocasión donde cada uno
mostró al descubierto lo que mejor sabía hacer, lo que más a gusto hacía,
acudirá a vuestro silbidito presto y dirá…
Gracias por llamarme a tu lado… en tu equipo!!!
Yo he formado parte de varios equipos muy buenos.
Silbad, silbad… SILBAD!!!
Espero vuestras opiniones…
Y no me canso.
We are searching our utopia in a continuous present continuous!!!!!
Os espero…
En algún lugar, hacia alguna parte…
Para trabajar en equipo... O ... no!!!
SIEMPRE!!!
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