Porque la sinestesia tiene que ver con las sensaciones. Como esa infusión de colores que ilustra esta entrada de vuestro blog.
Y si no, veamos lo que dice el diccionario de la RAE.
1. f. Biol. Sensación secundaria o asociada que se produce en una parte del
cuerpo a consecuencia de un estímulo aplicado en otra parte de él.
2. f. Psicol. Imagen o sensación subjetiva, propia de un sentido, determinada por
otra sensación que afecta a un sentido diferente.
3. f. Ret. Unión de dos imágenes o sensaciones procedentes de diferentes
dominios sensoriales, como en soledad sonora o en verde chillón.
Hay quien afirma que hay personas sinestésicas y otras que no lo son. Es decir, que hay personas que son capaces de captar sensaciones de un sentido concreto, con impulsos de otros sentidos.
Personas que sienten la música como sabores u olores; personas que ven en cada grafismo, letra, número..., un color concreto; personas que son capaces de oír la comida o personas que, según los olores que aprecian, reaccionan con frío, calor, estremecimiento o dolor corporal.
Bien, y ahora pregunto... ¿Cuántos de los que estáis leyendo este blog os habéis sentido identificados con alguno de los ejemplos que he enumerado? Con uno..., o con varios.
Y me voy a atrever a apostar que casi todos habréis descubierto, si es que no lo sabíais ya, que tenéis reacciones sinestésicas.
Esta sería mi primera afirmación: Todo ser humano, por el hecho de ser humano, es creativo. Y todo ser humano, capaz de realizar asociaciones imprevisibles, puede desarrollar cualidades o predisposiciones sinestésicas.
¿Qué hace que se piense que solo un 1 % de la población -Muy interesante dixit-, tiene esta cualidad o 'malfunction'?
Y utilizo 'mal funcionamiento' porque el planteamiento que apoya esta afirmación contempla el concepto de persona sinestésica como aquella que tiene los sentidos mezclados.
Esto está dando por hecho que esta 'cualidad' es negativa, porque la persona no es capaz de reaccionar con el 'sentido adecuado' ante el impulso recibido.
Esa predisposición a pensar que muy pocos tienen esa conflictiva mezcla de sentidos, podría estar detrás de la convicción de que solo una parte pequeña de la población es creativa.
Pero, ¿y si lo miráramos desde el punto de vista positivo? Es una clave del pensamiento creativo: observar las cosas desde otros puntos de vista.
¿Y si la capacidad de reaccionar con los sentidos 'equivocados', es realmente una cualidad que nos hace apreciar las cosas de forma más holística y completa y evita prejuicios y malentendidos?
Y dando un paso más, si partimos de la base de que la creatividad es entrenable... ¿no ocurrirá lo mismo con la capacidad de reaccionar de manera sinestésica?
Propongo un ejercicio muy sencillo.
Creo que lo comprenderán más fácilmente personas de infancia preconstitucional o alumnos de entornos del estilo educativo Montesori o similar.
¿De qué color es el número 3?
Si tu respuesta ha sido verde, estás entre la gran mayoría que, además, piensa que el 5 es amarillo o rojo y que el 0 es blanco.
¿Has utilizado regletas alguna vez como las de la foto? Puede que esto te haya condicionado. O simplemente es que, el 3, es verde para la mente humana sinestésica.
Bien es cierto que cada cual tiene una percepción personal de las cosas, y por eso es muy difícil que todos coincidamos en el color de un número. Pero el simple hecho de que hayas pensado que un cierto número lo tienes relacionado de forma casi automática con un color concreto, nos da pie a pensar que todos tenemos algo de sinestésicos.
¡Cuántos olores o sabores producen reacciones corporales que tienen más que ver con el tacto!
¡Y cuántas veces nos resulta más fácil definir un sonido o una voz con adjetivos más propios de la vista, el gusto o el tacto. Y además, la referencia es un lugar común: Voces dulces, oscuras, duras, ásperas.
O, en sentido opuesto, colores chillones, sabores estruendosos o telas que no dicen nada...
En fin, tras mi 'breve' introducción, me gustaría plantearos hasta qué punto entrenar la sinestesia es algo que viene bien al entrenamiento creativo o, quizás, es que existen ya entrenamientos creativos que nos predisponen a sentir sinestesias.
Uno de los 'jueguercicios' más conocidos en el mundo de la creatividad, popularizado en la eclosión de los manuales de pensamiento divergente por Edward de Bono en su libro Creatividad: 62 ejercicios para desarrollar la mente, pero que no deja de ser el desarrollo de un juego lingüistico del libro de Gianni Rodari Gramática de la fantasía, son lo que Rodari llamó los binomios fantásticos y lo que de Bono luego presentó como asociaciones de palabras aleatorias.
Consiste simplemente en elegir dos palabras al azar, y construir una frase, un poema, un cuento o todo un tratado asociando ambos términos.
No es que sea la base del pensamiento creativo, pero es una de las herramientas más implicadas y reconocibles en la creatividad: la asociación de ideas no realizada hasta el momento.
Asociar dos palabra para un cuento, o dos ideas para una solución, o dos...
De hecho, en mis formaciones de empresa, me gusta poner como ejercicio a personas que vienen de proyectos empresariales distintos y no necesariamente del mismo ámbito, y proponerles que busquen un producto que sea la intersección, la colaboración o la asociación de sus dos proyectos. Ahora se llama sinergia. Pero no deja de ser una provocación creativa.
Si en creatividad, por tanto, nos encanta unir dos piezas que aparentemente no encajan, con pegamentos que, aparentemente no pegan, para lograr ideas inexploradas, distintas o, cuando menos, divergentes, ¿no deberíamos utilizar la sinestesia, como método de entrenamiento mental, para que nuestro cerebro esté acostumbrado a buscar uniones entre universos inconexos?
O visto desde el otro extremo, ¿a un pensamiento creativo, no le resulta más fácil y comprensible la mímesis de sensaciones de propuestas sensoriales cruzadas?
Bueno. Lo dejo para reflexionar y para practicar.
Probad a buscar esos cruces de sensaciones y posiblemente cada día lo sentiréis de forma más natural y automática.
Y lo que es mejor. Si vuestra capacidad de sinestesia está entrenada, vuestra mente creativa estará más predispuesta a ver la posibilidad de unir ideas inconexas, soluciones a problemas, y nuevas vías de escalada en paredes aparentemente inexpugnables.
¿Lo probamos?
¿Me contáis vuestras experiencias?
¡Gracias por seguir leyendo y, por supuesto, no solo se admiten, sino que se agradecen comentarios!
Yo estoy aquí porque vosotros estáis aquí..., y viceversa.
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