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jueves, 2 de julio de 2020

¿Qué es el Teatro de Creación?


A petición de varios lectores del blog, de vez en cuando voy a bucear en la teoría y la práctica del Teatro de Creación como dinámica y forma de trabajo.
No en vano, el blog trata de eso, pero lo suelo bordear al tratar temas que el Teatro de Creación o el pensamiento creativo aplicado soslayan o abordan a veces de formas directas y otras más indirectas.

Pues bien, para empezar, nada mejor que definir lo que para mí, y muchos otros antes y después que yo, entendemos como Teatro de Creación.

Bien es cierto que hace poco más de medio año, defendí mi tesis doctoral precisamente con este tema, y no voy a exponer la tesis en el blog, aunque algunas cuestiones son esenciales y las escribiría en la tesis, en el blog, en un libro y hasta en una servilleta.

Un primer punto es explicar que estamos hablando de la corriente anglosajona conocida por Devising o Devised Theatre y que su traducción al castellano la hice por primera vez yo mismo, al traducir, colaborar y editar la versión española del libro de Chris Baldwin y Tina Bicât Devised and Collaborative Theatre. Estamos en 2002. Y es la primera vez que se escucha y se lee ese binomio Teatro de Creación.

Para definir un concepto, a menudo, no hay nada mejor que aclarar lo que no es.

Y Teatro de Creación no es teatro creativo, ni teatro colectivo, ni teatro social, ni teatro comunitario, ni siquiera teatro centrado en el ciudadano, porque en realidad puede ser todos ellos y ninguno.

Puede ser teatro creativo porque provoca y hace intervenir el pensamiento y el proceso creativos, pero puede dar como resultado una propuesta clásica o aparentemente tradicional.

Puede ser teatro colectivo porque no se basa en la creatividad de un director-dios como en el más tradicional de los teatros, pero no es colectivo en el sentido de hacer todos de todo, sino que hay una especialización clara de cometidos, funciones y aportaciones personales y creativas.

Puede ser teatro social porque muchas veces se utiliza para trabajar con colectivos o situaciones de necesaria acción social, pero no es un objetivo estructural sino más bien un ámbito de aplicación de esta metodología.

Puede ser teatro comunitario porque se tiene en cuenta el entorno social y la comunidad donde se desarrollo cada proyecto, pero ha de estar desarrollado en torno a una estructura profesional, y no exclusivamente social.

Puede ser teatro centrado en el ciudadano, porque parte de disparadores y desarrolla ideas embrión que pueden partir de la propia realidad de los habitantes de una ciudad o un área, pero de nuevo es un ámbito de aplicación, no un elemento esencial del modelo.


Puede ser muchas cosas pero y además, al igual que fui el primero que tradujo el término al castellano allá por 2002, este noviembre pasado, defendí la tesis donde por primera vez, internacionalmente, he estructurado y definido una metodología con elementos conceptuales esenciales para entenderlo, y elementos metodológicos que desarrollan una forma de crear, ya no solo teatro como pieza artística, sino un desarrollo estructural para trabajar en equipo y trabajar por proyectos en ámbitos artísticos, educativos, empresariales y sociales.


Reitero que no voy a reflejar la tesis en este blog, ni siquiera por capítulos, aunque sí dejaré caer alguna píldora.


En esta ocasión abro el melón utilizando dos conceptos que definen y soportan esta metodología: el Disparador y la Idea Embrión.

Muy resumidamente, el Disparador es el elemento provocador del acto creativo y las ideas
Es la idea inspiradora. La provocación.
En el teatro más tradicional, una puesta en escena suele tener como disparador un texto teatral. 
En el Teatro de Creación este disparador puede venir dado por un texto, pero y además, puede ser una noticia, un cuadro, una imagen, un congreso de un tema científico o cualquier elemento que nos provoque contar algo.

La Idea Embrión es la esencia que da sentido y justifica cada rincón del proyecto.
En cualquier proyecto artístico hay un mensaje o una idea que subyace en todo el proyecto, y es lo que lo solidifica y lo que lo hace de interés y calidad. Podemos partir del mismo texto teatral, del mismo disparador, y llegar a productos distintos, porque nos haya provocado desde perspectivas muy distintas.
Solo tenéis que pensar en algún montaje teatral o libro o película de la que hayáis visto varias versiones.
Cada versión se apoya en una Idea Embrión distinta. Desde un cuento de Caperucita infantil y previsible, a una película casi gore partiendo de la misma historia.

Pues el Teatro de Creación se deja provocar, parte de un disparador y, cuando el equipo decide cuál es la idea embrión, qué es lo que realmente importa en el proyecto y queremos destacar, sea educativo, artístico, empresarial o social, todo lo que desarrollemos va a tener ese tinte o tendencia. 
Si el cuento es infantil, la luz y los colores no podrán tener nada que ver con la versión gore.
En uno queremos defender la virtud de la inocencia que siempre acaba ganando, en el otro, la lucha de las fuerzas del bien y del mal que nunca están totalmente definidas.

Bueno, podría estar hablando horas y horas y dando cientos de ejemplos, pero os recomiendo tres lecturas. Dos a las que podéis acceder y una que está por llegar.

La primera, por supuesto, el libro de Baldwin y Bicât, Teatro de Creación.

La segunda, podéis bucear en mi forma de trabajo en Los límites del círculo, con capítulos específicos de Teatro de Creación aplicado. 

La tercera, os recomiendo la colección ADOLESCER, que verá la luz a comienzos del próximo curso, y que aglutina 13 obras de 13 dramaturgos españoles que han desarrollado 13 textos en 13 géneros dramáticos distintos, con la idea de ser trabajados y montados por Jóvenes Compañías. El volumen 13 no es un texto. Es una propuesta de Teatro de Creación realizada desde mi propia experiencia. 
Podéis incluso reservar la colección con precios ventajosos antes del 31 de julio.

Por último, es una promesa, quiero publicar mi propia tesis, al menos a trocitos, y esperamos que a  principios de 2021 podamos tener uno de esos primeros trocitos, en el que se describa, qué, cómo y para qué el Teatro de Creación.

Sé que es casi tirar la piedra y esconder la mano, pero tenía que empezar por algún sitio.

¡Gracias por seguir leyendo y, por supuesto, no solo se admiten, sino que se agradecen comentarios!

Yo estoy aquí porque vosotros estáis aquí..., y viceversa.






6 comentarios:

  1. Le agradezco mucho por haber publucado un artículo sobre el "Teatro de Creación". Lo estaba esperando.
    La parte que trata la idea de que el protagonista del género dramático estos días no siempre es el texto me acuerda de algunas obras infantiles- que son objeto de mi tesis doctoral- donde las acotaciones desempeñan un papel imprescindible en el texto junto con otros elementos como, por ejemplo, la imagen del padre o el color de un objeto o una noticia real. Creo que todos estos elementos son signos de la interacción entre los artes y la intertextualidad, lo que hace que una obra dramática sea creativa.
    Me gustaría mucho que publique más artículos sobre el tema, porque evidentemente me servirían mucho en mi tesis.

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    1. Gracias a ti. Siento no poder nombrarte porque me sales como Unknown, pero estaré encantando de conectar de forma también directa y seguir la evolución de esa tesis.

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    2. Es un honor conectar con usted de forma directa y me alegro mucho que usted esté interesado en mi tesis.
      Me llamo Riham. Podemos conectar a través del correo electrónico, si le parece bien.
      No sé, si sale en el comentario.

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    3. Encantado. No sale, pero el mío es fbercebal@naque.es. Gracias

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  2. ES genial. Es el proceso creativo puro y duro, y además, en equipo y en público. Fantástico. Gracias, Jaume.

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  3. Gracias. Aunque no sé si las gracias son para mí o para Jaume... :)

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