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domingo, 16 de febrero de 2020

Mirar desde el otro lado



En estos días en que cada cual pretende tener la verdad absoluta.
En estos días en que no existe la mentira sino la incapacidad de entender la explicación.
En estos días en que el pensamiento único está implantado y el que no piensa como yo no merece ni mi atención ni mi consideración…

Surge ADOLESCER.


ADOLESCER es un proyecto para obligarnos a mirar desde el otro lado.

Dramaturgos que quieren escribir para adolescentes.
Textos para ser montados e interpretados por adolescentes.
Con la ayuda de pedagogos.
Pedagogos que intentan que los textos no solo sean resultados sino herramientas.
Adolescentes que no quieren aburrirse con el arte de Talía.
Pedagogos y adolescentes que buscan objetivos comunes.
Dramaturgos que se unen a este proceso…

El objetivo es conseguir una colección de textos de distintos géneros dramáticos, escritos por dramaturgos contemporáneos con solvencia, para que puedan ser llevados a escena por grupos de adolescentes con la ayuda y apoyo de docentes y pedagogos.

A priori parecería muy fácil. Bastaría con utilizar lenguaje cercano, temas de interés, y personajes con perfiles accesibles para jóvenes del siglo XXII.
Sin embargo, para conseguir llegar lejos con este proyecto, nos obligamos a realizar un ejercicio que no siempre se hace y que hay personas, y más en estos días, a las que les resulta muy costoso hacerlo: Mirar desde el otro lado.


¿De verdad que los temas que los adultos pensamos que son los que más interesan a los adolescentes, lo son para ellos?
¿De verdad que las cuestiones que consideramos los adultos, necesarias e imprescindibles para su formación y su educación, ellos las consideran así?
¿De verdad que acertamos en el lenguaje al dirigirnos a ellos?

Nos reunimos en el Nuevo Teatro Fronterizo, 3 dramaturgos, 3 pedagogos, y 5 jóvenes, y los resultados no pudieron ser más sorprendentes e interesantes.

Se hizo muy corto.
Necesitamos seguir en la investigación.


No obstante, lo que ha quedado claro es que la mejor manera de entenderse, de trabajar, de avanzar hacia un objetivo, es mirar desde el otro lado, o mirar desde el lado del otro.

Y no voy a detenerme en temas sociales para los que habría mucho que decir, ya que mi blog se desarrolla en el ámbito de la creatividad, si bien en esa creatividad aplicada.
Pero y además está claro que migración, política, educación, religión, deporte, igualdad… mejorarían con el ‘simple’ acto de mirar desde el otro lado.


Quiero tan solo centrarme en la creatividad, en el Teatro de Creación Aplicado y, sencillamente, llamar la atención de lo que se viene a denominar reuniones creativas.

En estas reuniones de equipo, hay un tema central.
Puede ser el comienzo del proyecto con la búsqueda de un disparador con el que arrancar.
Puede ser la búsqueda de la esencia y estabilidad del proyecto en consonancia con la Idea Embrión que queramos defender.
Puede ser una reunión técnica para resolver un problema que ha surgido en el desarrollo de uno de los aspectos concretos del proyecto.

En cualquiera de los casos, la finalidad de las reuniones creativas es la de que todo el equipo conozca la necesidad, opinión y propuesta de los demás.
Es un ayudarnos mutuamente a mirar desde el otro lado.
Desde su otro lado.


Si como dramaturgos, jamás pensáramos qué opina el director de movimiento en un montaje, o como director de marketing, no tuviéramos en cuenta al responsable de desarrollo de producto, sería muy difícil completar el puzle creativo y conseguir un montaje o un lanzamiento de producto realmente efectivo, competitivo, creativo y todos los ivos del mundo.


Necesitamos mirar desde el otro lado. Y como es casi imposible saber de todo, lo mejor es contar con un gran equipo que aporte y se deje mirar desde su lado, a la vez que tiene curiosidad por mirar desde el nuestro.

Ese es el objetivo, aprender todos de todos y mejorar la labor común con la aportación informada de cada cual desde su perspectiva.


En el proyecto ADOLESCER…
Después de tres horas que se hicieron, a todos, muy cortas.
Después de tener la sensación de que quedaba mucho en el tintero.
Después de no saber si habíamos llegado a algún lado.

Después de esto, el joven que menos intervino, que menos habló, que parecía estar más a la escucha, se despidió diciendo: ‘Quiero agradecer que haya adultos que quieran escucharnos y nos escuchen. Es genial.’

Solo por estas palabras, creo que todos nos dimos cuenta de que merece la pena mirar desde el otro lado.


¡Gracias a todos los que estuvisteis! ¡Gracias a los que querríais haber estado y no pudisteis estar! Y, sobre todo, ¡gracias a aquellos que, día a día, miran y me enseñan a mirar desde el otro lado!

Yo estoy aquí porque vosotros estáis aquí..., y viceversa.

martes, 4 de febrero de 2020

Celebración



25 años!!!
El tiempo pasa deprisa… o despacio.
Es cuestión de perspectiva.

Hace unos días les recordaba a personas próximas y no tanto, que hacía 25 años que presentábamos ÑAQUE Editora, y hubo respuestas muy variadas.
Desde el aparentemente manido pero sincero ‘parece que fue ayer’ a, la no menos repetida frase de ‘toda una vida’.

Y las dos personas tenían razón.
Depende de la perspectiva con que se mire, lo que ocurrió hace 25 años puede parecer muy cercano o muy lejano.

Hagamos un pequeño ejercicio de transformar nuestro sistema de 3 dimensiones, en un sencillo sistema de 4, sin llegar a teoría de cuerdas de 11 o más.

Cuando en mis clases planteo ‘jueguercicios’ de perspectiva, habitualmente jugamos con la tridimensionalidad del espacio.
Algo visto de cerca, nos arroja muchos más detalles que de lejos, aunque de lejos nos deja más campo a la imaginación y la creación.
Más aún, un objeto colocado en su posición habitual y observado desde una perspectiva frontal y de pie, pierde su integridad y su significado principal, cuando lo colocamos o nos colocamos respecto a él, adoptando una perspectiva inusual.

Un extintor visto desde abajo parece un frisbee, o cuando nos colocamos bajo una silla cubierta con un abrigo, sentimos la sensación de estar en una gruta.
Con todo, cada uno tenemos unas referencias mentales. Si no sabes lo que es un frisbee o incluso nos resulta ajeno el término gruta, es imposible que un objeto nos lo traiga a la memoria.

¿Qué ocurre si trasladamos este juego a la dimensión tiempo?
Algo nos puede parecer futuro o pasado, muy cercano o muy lejano.
Lo que juega es nuestra perspectiva.

Una persona que me planteó que parecía que fue ayer, había participado como actriz en la presentación de la editorial en la sede de las SGAE en Madrid. Para Carmen Carretero, casi no había pasado tiempo, no porque 25 años sean pocos, son más que la mitad de su vida. Sin embargo, sus referencias mentales son tan potentes de lo que ocurrió, el acto en sí y la aventura que supuso ir sentada en el mobiliario de un salón, en la caja de un camión de alquiler, volviendo de haber entrevistado a Paloma Pedrero o a mí mismo ante más de 100 personas, que es algo que permanece fresco ‘como si hubiera sido ayer’.

En el otro extremo, a quien me planteó que era ‘toda una vida’, no le faltaba razón. Rafa Torán se cruzó en la mía poco después de que ÑAQUE naciera. Esa ‘toda una vida’ coincide con el fragmento de tiempo que hemos compartido con contactos esporádicos pero intensos, salpicando 25 años con llamadas de atención, no tan grabadas como las de Carmen, pero sí presentes con entradas y salidas, con intersecciones, que han mantenido una especie de línea temporal discontinua.

25 años no son nada y son toda una vida.
Depende, es cuestión de perspectiva… temporal.

Y no defiendo para nada el relativismo, entendido como que se puede justificar cualquier postura e idea en función de la perspectiva.

Muy al contrario, defiendo la idea de que como las cosas, los hechos, las personas, la vida en general tiene infinitas perspectivas, nuestra capacidad de decir, hacer, expresar, sentir, percibir, será tanto más completa cuantas más posibles perspectivas seamos capaces de percibir.

Hoy quiero celebrar la semana del 25 aniversario de ÑAQUE, aunque también los 35 años de mi primer grupo de teatro, los 18 años y un mes de un ser maravilloso, los 2 años de una casa, los 21 meses de un encuentro excepcional o la primera semana de una nueva colaboración.

¡Hay tantas cosas que celebrar!
¡Con tanta gente!
¡Por tantos motivos!

Solo me queda por decir que, para celebrar cualquier hito en el tiempo, en esa dimensión que se estira y se encoge en función de lo intenso o múltiple que grabemos sus puntos de interés, necesitamos personas con quienes hacerlo, a quienes sonreír o abrazar, haciendo el ejercicio de recordar mirando hacia un lado de esta dimensión, y el de soñar mirando hacia el otro extremo, sin olvidarnos que la celebración es AHORA, y es ahora cuando hay que vivir.

¡Gracias a todos los que tenéis algo que celebrar y, muy especialmente a los que tenéis algo que celebrar conmigo!

Yo estoy aquí porque vosotros estáis aquí..., y viceversa.