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miércoles, 24 de octubre de 2012

Dejadme ser vuestra bebida energética...

DEJADME SER VUESTRA BEBIDA ENERGÉTICA  
Entrenamiento Creativo / Devising Training · Teatro de Creación / Devising Theatre · Pedagogía de la Expresión / Expression Pedagogy · Gestión de Grupos y de Equipos / Group and Team Management · Gestión del Tiempo y el Espacio / Time and Space Management · Expresión y Teatro en ámbito educativo / Expression and Theatre in Education · Expresión y Teatro en ámbito educativo / Expression and Theatre in Education · Técnicas Creativas y Expresivas en ámbito de empresa / Devising and Expressive Technics in Bussiness · Drama / Drama

Hace unas fechas agradecía la labor de los 'Superprofes' de teatro en otra entrada de este mismo blog, admitiendo que los necesitaba.
Hoy me toca devolver esa energía que día a día, semana a semana, vida a vida, me demuestran y me contagian.

Al difundir el próximo Seminario para 'El Taller de Teatro' que impartiré en colaboración con el Nuevo Teatro Fronterizo, un interesado, amigo, curioso... ha preguntado: 'dónde es este curso??? y no entiendo lo de la portada...bebida energética para el profesor???'

Obviamente la primera parte de la pregunta es fácil de responder. La versión on-line es en la red y donde tú te conectes. Y la presencial en La Corsetería, la sede del Nuevo Teatro Fronterizo en Madrid.

La segunda parte de la pregunta tenía más empaque y es la que me ha dado pie a escribir este post.
'¿Bebida energética para el profesor?'
La respuesta es un rotundo SÍ, si soy capaz de conseguirlo.

Cuando uno trabaja en un ámbito como la enseñanza reglada o no, con unos contenidos a los que se considera 'marías' o sin importancia relativa. De hecho, cuando están a punto de desaparecer estos contenidos de forma específica en un bachillerato. Cuando del resto de compañeros, los que no tienen sensibilidad alguna, te miran como diciendo 'Ya ves tú, para hacer esto...' Puede que no necesites pero, sin duda, te viene bien una 'bebida energética'

Por supuesto es una metáfora.
Yo soy muy poco dado a las bebidas energéticas. Las he probado para comprobar mi intuición de que no me gustan y, sobre todo, nunca he buscado estimulantes artificiales para mejorar, aguantar más o rendir mejor.

Sí, sé que soy un bicho algo raro porque no fumo ni tomo café y muy poco alcohol, traducido en contadas cervezas especiales.
Además, si necesito alargar la jornada para terminar algo de noche, conducir después de un largo día, o levantarme cuando aún no han puesto las calles ni se ha hecho de día, busco, sencillamente, estímulos, ilusiones, objetivos, algo que realmente me haga sentir bien y que me pida a voces que siga, que no me duerma, que me levante.

Las bebidas energéticas no están en la dieta mediterránea ni en la hipocalórica, ni siquiera en la Duncan. Pero hay que reconocer que, a falta de estímulos, ilusiones, objetivos, o el descubrimiento de aspectos de la vida que nos hagan sentir bien, son elementos que son consumidos por mucha gente.

Quizás con las noticias que se han vertido de accidentes nada agradables con estas bebidas últimamente no es la difusión más políticamente correcta, aunque dejadme que os lo explique.

Quiero empezar enseñándoos la lata y quiero sustituirla por tres elementos que defiendo al límite.

Ilusiones, Cuestionamientos e Ir más allá del círculo... con red de seguridad.

Quiero ser vuestra bebida energética...

Para conseguir entre tú y yo, entre el grupo y todos, generar cada día la ilusión de seguir adelante con todas las energías del mundo.

Para plantear todos los cuestionamientos posibles del mundo y así buscar, encontrar, mejorar y volver a cuestionarnos todo si hace falta.

Para ir más allá de los límites de nuestro círculo, arriesgar, crecer, creer y crear, sabiendo que yo os sujeto en un abrazo infinito con la confianza que me depositáis y que yo os correspondo sin moverme de vuestro lado.

No hace mucho, una de estas superprofes me pidió consejo para planificar una sesión de su taller de teatro, ya que se le desmoronaban los esquemas por cuestiones de la ausencia de alumnos, espacio, tiempo y programa.

Yo traté de darle ideas, motivaciones, incluso una pequeña programación para una sesión.

¿Qué pasó?


Realmente no necesitaba la pluma para volar, como le pasaba a Dumbo.

La sesión la hizo a su manera. Puede que con ejercicios que había adquirido por 'mi culpa', y además con ejercicios desarrollados por ella misma. De lo que le propuse quedó, ¿qué porcentaje? El 0%.
Sin embargo, ella me lo agradeció y yo a ella.

Sin duda, algo hice 'simplemente' con estar. Con escuchar. Con decir. Con proponer. Y con consultar luego qué tal. 

Y además, ella no cambió su forma de trabajar, de pensar, de actuar.

Sin duda ninguna, lo que esta superprofe lleva dentro supera con creces lo que su mal llamado 'maestro' le puede dar. -En eso estoy muy de acuerdo con Georges Laferrière. Prefiero ser Pedagogo, que era quien en la antigua Grecia acompañaba de la mano al alumno a sus clases con el Magister-.

Y sin duda también el hecho de que ella supiera que podía contar conmigo, le hizo estar más tranquila, centrada y segura de si misma.

Dejadme que os dé la mano.
Dejadme que os dé energía.
Dejadme que os escuche.
Dejadme que os hable.
Dejadme que os cuestione, que os responda y que me deje cuestionar.

Después, con ese impulso,
Andad vosotros.
Trabajad vosotros.
Escuchad vosotros.
Hablad vosotros.
Cuestionaros, responderos y comunicar todo a veustro grupo para que ellos hagan lo propio.


Y como dice la preciosa canción 'My funny Valentine'
'Don't change one hair for me
Not. If you care for me.
Stay little Valentine, please, stay.'

Sí, no me gusta pedir nada a nadie, y menos para mí.
Esto es lo único que os voy a pedir, que sigáis, que no cambiéis y que continuéis esforzándoos en vuestro, nuestro empeño de conseguir que el teatro, la expresión, pueda hacer de todos nuestros alumnos y de nosotros mismos, mejores seres humanos.

A cambio, intentaré ser vuestra bebida energética en el cansancio, vuestra red en el riesgo, vuestra pluma para volar mientras, como locos que somos, os arrojáis más allá del círculo, seguros de que alguien os ayudará a poner pie a tierra.

Yo os espero. Siempre.

Y no me canso.



We are searching our utopia in a continuous present continuous!!!!!



Aquí os espero

¡Hasta el próximo!

Fernando Bercebal · momento Devising Consultor · Pedagogo Teatral



Puedes compartir los contenidos de este post con todas las personas a las que creas que pueda interesarle.

jueves, 18 de octubre de 2012

¡Al final, si no lo hago yo...!

¡AL FINAL, SI NO LO HAGO YO...!Entrenamiento Creativo / Devising Training · Teatro de Creación / Devising Theatre · Pedagogía de la Expresión / Expression Pedagogy · Gestión de Grupos y Equipos / Group and Team Management · Gestión del Tiempo y el Espacio / Time and Space Management · Expresión y Teatro en ámbito educativo / Expression and Theatre in Education · Técnicas Creativas y Expresivas en ámbito de empresa / Devising and Expressive Technics in Bussiness · Drama / Drama

http://bit.ly/V9kGWO
Los curiosos, perspicaces, cotillas, creativos, informáticos, enfermos del síndrome del nanosegundo y otros especímenes similares ya habrán hecho click en el link. Es decir, habrán pulsado en el enlace.

Los que no lo hayáis hecho, don't worry! Osea, no os preocupéis.

Es un cebo que, además de serlo, lleva a un lugar bastante interesante.

Las Jornadas de Teatro y Educación organizadas por el CEFIRE de Valencia y el Postgrado de Teatro en Educación de la Universidad de Valencia.

Y allí estaré yo para aportar mi granito de arena.

A los que podáis ir o ya estéis apuntados, allí nos vemos, a los que no podáis, os quiero comentar algo que provocó el que lleve ya unos cuantos años preocupado por el tema que desarrollaré en un taller práctico durante las jornadas: Técnicas de Devising Theatre para potenciar la creatividad del grupo.

Quién de nosotros, medianamente responsable o eficiente, cuando ha tenido que desarrollar trabajos en equipo, no ha llegado a veces a un callejón sin salida donde se le ha escapado la frase '¡Al final, si no lo hago yo...!'

Y además lo peor no es decirlo... Lo peor es que al final, se hace.

Obviamente, esta actitud más que loable de personas que prefieren abordar una labor grupal que precisaría el esfuerzo de muchos, con las energías propias y únicas, para que no quede en saco roto, consiguen su objetvio a corto plazo, pero acaban apoyando la teoría de los 'escaqueadores' de que 'para qué voy a hacer nada si al final ese o aquella ya lo van a hacer por mí'.

Ante estas situaciones, muy habituales en empresas, y en el ámbito académico, y en el estudiantil y de investigación y, como no, en el ámbito artístico y en el social, suele haber dos comentarios habituales.

'¡Nadie es imprescindible! Déjalo que ya saldrá o ya lo hará alguien.'
O '¡Si no fuera por ti esto no funcionaba!'

En la primera opción nos encontramos con el amigo o colega que anima al 'hacelotodo' a desertar aunque, por supuesto, no será él o ella quien lo sustituya o ayude. Al final si no sale, que suele ser muchas veces, lo único que hace es cargar más aún de culpabilidad la responsabilidad inalienable del 'hacelotodo'. Aunque si sale bien, a veces, le da una pizca de no indispensabilidad.

En la segunda, se intenta reforzar el ego del 'hacelotodo', por supuesto, para que no nos deje con la espalda al aire... o un poco más abajo.

Yo, de pequeño, y no tan pequeño, era un 'hacelotodo'. Incluso reconozco que a veces a estas alturas de la película, a veces sigo ejerciendo. Lo que ocurre que me cuido muy mucho de asegurarme que realmente lo que tengo que hacer roza lo imprescindible y de no alimentar 'exceso de confianza' en mi labor por parte de nadie.

Pues esa sensación infantil y sobre todo adolescente de 'o lo hago yo o esto no se hace bien o no llega a buen término' es quizás el germen de mi preocupación, mi trabajo, mi tesón y mi labor de investigación en torno a la figura básica de cualquier trabajo creativo o expresivo: El grupo.

Tras muchos años de defender la idea de que la base de la pirámide de la expresión son el espacio y el grupo, no me ha costado hace ya tiempo estrapolar esta misma convicción al resto de los ámbitos donde me muevo.

En lo social parece obvio que el propio término implica grupo. Esto no asegura que las intervenciones sociales no dejen de ser, a menudo, intervenciones individuales, individualistas, personalistas...

En lo artístico ya nos cuesta a veces prescindir de endiosar a la figura del artista, el director, el autor, y eso de considerar al grupo como artífice, cuesta verlo.

En la empresa, en muchos casos, se personaliza el éxito o el fracaso de ideas, productos  desarrollos... Y no nos queremos dar cuenta de que hay un equipo detrás.

Y en educación, la figura del docente que acaba asumiendo casi todas las responsabilidades de un centro como jefe de su departamento, de actividades, del Consejo, del equipo directivo como si sin esa persona nada pudiera funcionar, no son tan inhabituales.

Por eso llego a pensar que, por supuesto no es culpa de quien ejerce la labor de 'hacelotodo' aunque a veces tampoco de quien lo prodiga o contempla a la sombra la labor ajena.

¿Y si el problema está en la cultura del propio trabajo en equipo?

Aquí es donde encaja la pieza del taller de Valencia y de algunas intervenciones en este blog y muchas otras en muchos otros eventos, espacios o situaciones.

¿Y si la cultura a generar no fuera la de la competitividad o el escaqueo, sino la del equipo y la colaboración?
¿Y si no pusiéramos notas sino que asumiéramos que hay objetivos y habilidades que desarrollar y que, además, algunas o muchas de ellas sólo se logran trabajando en equipo?
¿Y si nos diéramos cuenta de que la creatividad de una persona es indudablemente menos capaz que la de un grupo?
¿Y si asumiéramos también que la creatividad de un grupo como grupo es muy superable por la suma coordinada de las creatividades de todos sus miembros?
¿Y si tuviéramos como objetivo vital, entre otros, ser capaces de poner al servicio del grupo nuestras capacidades, asumiendo que el propio grupo como elemento expresivo tiene sus propias capacidades a desarrollar y explotar?

A eso pretendo llegar aplicando técnicas de creación (Devising Techniques).
A que podamos incrementar la creatividad de un grupo como grupo aprovechando las capacidades creativas únicas de cada miembro del grupo que a su vez se retroalimentan con el grupo en su conjunto.

Sí, creo que desgraciadamente estamos educados en la filosofía de la competitividad INDIVIDUAL. La competitividad no es insana si se lleva a buen fin y con buenas armas.

Además, creo que lograríamos mucho mejores y mayores objetivos si nos educáramos en la filosofía del trabajo creativo en equipo.
A algunos les costaría más pensar que no haciendo nada se está mejor y a otros les pondríamos la sonrisa de felicidad en la cara, en los ojos, en esa mirada incrédula al comprobar como, por fin, no tienen que decir...

¡Al final, si no lo hago yo...! ... ... ... ¡Habrá que hacerlo entre todos!


We are searching our utopia in a continuous present continuous!!!!!



Aquí os espero

¡Hasta el próximo!

Fernando Bercebal · momento Devising Consultor · Pedagogo Teatral



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miércoles, 10 de octubre de 2012

Quiero lograr ser feliz... con lo que tengo


QUIERO LOGRAR SER FELIZ... CON LO QUE TENGO

Entrenamiento Creativo / Devising Training · Teatro de Creación / Devising Theatre · Pedagogía de la Expresión / Expression Pedagogy · Gestión de Grupos y Equipos / Group and Team Management · Gestión del Tiempo y el Espacio / Time and Space Management · Expresión y Teatro en ámbito educativo / Expression and Theatre in Education · Técnicas Creativas y Expresivas en ámbito de empresa / Devising and Expressive Technics in Bussiness · Drama / Drama


Una de las problemáticas más antiguas de la gestión de equipos y grupos es el hecho de que no se adecúen a las necesidades del proyecto.

Aunque en este blog trato este tema desde un punto de vista general, posiblemente se vea de forma más gráfica si lo ejemplifico en términos teatrales y sobre todo en el ámbito del Taller de Teatro en el que me he anclado estas semanas.

'Son demasiados para el espacio que tengo'
'Son demasiado pocos para muchas de las dinámicas de grupo'
'Son demasiado tranquilos'
'Son demasiado revoltosos'
'Son demasiado altos, guapos, secos, tristes, voluntariosos, parados...'

Muchas veces, cuando nuestra vida se desarrolla en un entorno concreto de grupo, de familia, de amigos, de trabajo, solemos asumir las virtudes como obvias sin destacarlas, y nos habituamos a fijarnos en los defectos, los errores, los problemas.

Nos quejamos de que
'esto no está funcionando como yo esperaba'
'no eran así cuando los conocí'
'siempre hacen esto o dejan de hacer aquello'...

Y si encima ese grupo tiene un entorno concreto que lo condiciona...

En fin, que somos tirando a pesimistas y siempre acabamos mirando hacia afuera y viendo en el entorno ajeno y próximo elementos envidiables, situaciones más favorecedoras, o estímulos mucho más atractivos sin darnos cuenta de lo que tenemos 'en casa'.

No digo que la fórmula sea 'conformarse' con lo que uno tiene.

Repito el título: 'Quiero lograr ser feliz... con lo que tengo.'

Y la solución es 'bien fácil'. Todo grupo, toda relación grupal, es maravillosa si aprovechamos de cada uno de los miembros del grupo lo que pueden aportar de positivo al grupo y si conseguimos que el grupo funcione como tal, como una unidad con diferenciación individualizada y aprovechando la creatividad y cualidades de cada miembro del grupo.

Es muy fácil decirlo. De hecho, yo lo acabo de decir pero, ¿cómo se hace eso?

Suele ocurrir que a veces nos sentimos tan apabullados o incapaces que intentamos buscar apoyos más allá del grupo, fuera de nuestro entorno, buscando soluciones.

Obviamente no tiene por qué funcionar ya que esa ayuda muchas veces no tiene toda la información y se convierte simplemente en un apoyo emocional más que efectivo. Somos nosotros los que queremos ver fuera lo que no conseguimos ver dentro.

Para todo esto yo puedo aportar dos respuestas claras, lo que no significa fáciles.

La primera es personal. Yo siempre estaré aquí para quien me necesite o me busque. Tendré que aprender del que me llame, para poder ayudar en lo que pueda, y además siempre estaré dispuesto a tender una mano, a aportar ideas, a sonreír donde resulte difícil y por qué no, a ofrecer un hombro donde llorar aunque siempre en positivo.

La segunda, profesional. Nunca intentaré cambiar tu entorno, ni sustituirlo, ni forzar a que se comporte de ninguna manera especial. Mi apoyo se orientará a ayudarte a ver a tu grupo desde otra perspectiva, a aprovechar las maravillosas cualidades que estoy seguro tiene tu grupo, a que encuentres los valores, los potenciales y, finalmente no me tengas que agradecer nada a mí, sino a cada uno de los miembros de tu equipo que son con quien, a la postre, vas a convivir día a día.

¡Yo no dejo de ser una especie de ente paralelo que aparece de repente y desaparece! Bueno, eso no sé si ya lo he dicho pero, si alguien me necesita que sepa que no desaparezco nunca. Porque no me canso.

Aunque volveré por este camino si alguien me lo pide, quiero ir cerrando este post que se avecinaba extenso, dando algunas ideas concretas para un caso concreto.

Me han hablado estos días de grupos muy pequeños de difícil dinamización. Aprovecha la ventaja que te da poder observar con detenimiento a cada uno y sacar lo mejor de ellos.

Me han hablado de grupo con tensiones internas. No te interpongas como norma entre facciones de un grupo. Juega a ponerte un día a favor de unos y otro a favor de otros y, sobre todo, juega a forzar la mezcla en ejercicios aparentemente insustanciales pero que trabajen las sensaciones o los sentimientos, para forzar un roce no conocido hasta ese momento.

Bueno, me han hablado de muchas cosas y no puedo hoy detenerme ni en las que he citado de forma somera ni en muchas otras, pero aquí estoy por si alguien me necesita.

Me voy a detener en un ejemplo que me parece además muy habitual en las aulas de los centros de secundaria.

'Tengo muchos alumnos -más de 25 o más de 30-, y encima cuando ya llevo un mes de clases, me han 'aparecido' media docena más.'

¿Qué hago? ¿Cómo manejo a tantos? ¿Qué hago con los nuevos? ¿Repito y que se aburran? ¿No repito y que se pierdan?

Bueno, aquí quiero aportar mi granito de arena que, por supuesto, sin conocer las circunstancias, la realidad exacta, incluso a las personas y su forma de ser, puede que uno acabe incordiando y estropeando más que lo que arregla. No obstante, siguiendo mi propia norma de que si pides que las personas se asomen a los límites de su círculo y se arriesguen tú debes hacer lo propio... me arriesgo.

Ante todo hay que buscar las cualidades y oportunidades que nos da esta dinámica. Nunca, y digo nunca, juzgues un cambio inesperado como un problema, sino como una oportunidad.

Antes de que nos 'aparezcan' más, ya tenemos el problema/la oportunidad de los muchos. Un grupo grande tiene muchas cualidades a explotar.

La dinámica es siempre muy viva y hay que aprovechar una energía que no decae, porque cuando no se mueven unos se mueven otros.

Y en el extremo opuesto, cuando con un grupo grande se consigue concentración, silencio, relajación, la sensación de éxito es mucho mayor y no sólo hay que saborearla, sino aferrarse a las claves de cómo se ha conseguido y tomarlo como norma para futuras sesiones de trabajo.

En un grupo grande hay más ideas, más puntos de vista, más posibles asociaciones, más potencialidad de trabajo, más creatividades... también más ruido en todos los sentidos del ruido, más caos, más indisciplina, más desafecciones.

Obviamente aprovechemos las primeras aunque no sea nada fácil.

Un detalle a tener muy en cuenta. Aunque en la frase que acuñé hace ya muchos años afirmaba que en Drama 'lo importante es hacer', tengo que recordar que también hacía hincapié en que la expresión no es una continua acción y que el silencio es parte del sonido, la quietud parte del movimiento, observar es parte de crear y escuchar es parte de comunicar.

Por eso, en grupos grandes, aprovechando que el foco está siempre muy diluido, es decir que aunque haya parte del grupo observando, nadie se siente muy observado porque somos suficientes para 'escondernos' en la masa, hay que aprovechar desde el primer momento la posibilidad de hacer los ejercicios y juegos con 'espectactores' (término del teatro fórum que implica que los espectadores pueden llegar a actuar).
Cuidado. No espectadores pasivos sino activos. Es decir, cuando hagamos un ejercicio con un grupo numeroso partimos con la ventaja de que lo podemos plantear de dos formas. Una, todos a la vez. Otra, en dos veces y mientras unos los realizan los otros lo analizan. Eso sí. No basta con decirles: 'Y vosotros observáis'. Del mismo modo que preparamos las pautas para desarrollar el ejercicio de forma activa, hay que preparar pautas de observación y darles protagonismo una vez concluido para que aporten ideas de cómo ha ido el propio ejercicio.
Buscad que estas pautas eviten analizar los errores. Siempre los aspectos positivos. Que el análisis sea grupal y no individual y si se deja un margen al análisis individual sólo para destacar potencialidades positivas.
Si el ejercicio lo van a hacer después los observadores, la observación del grupo que intervino primero, debe venir orientada a descubrir en el segundo grupo, además, si aplican o recuerdan lo que en su observación han anotado como positivo.

Un detallito más (habría miles pero no caben hoy, al menos aquí). Cuando se tienen muchos alumnos el concepto grupo ha de trabajarse más a fondo y por eso es interesante plantear ejercicios que 'se pensaron' para hacerse de forma individual, para que sean ejecutados por grupos. Los resultados, muchas veces, cuando menos son interesantes o curiosos.

Y qué pasa con los nuevos... con las incorporaciones un mes después de empezar.

Aunque aquí habría que extenderse y puede que lo haga en otro post 'Cómo incorporar nuevas personas a un proyecto en marcha', dadme espacio para dos ideas.

Una. Dividid el grupo en subgrupos, tantos como personas nuevas y, a ser posible, que esa división no sea demasiado natural. Es decir, que los grupos no lo formen alumnos excesivamente 'adosados' entre si. (Hay muchas maneras curiosas de hacerlo). Adjudicad entonces a cada grupo a uno de los 'nuevos'. A partir de ese momento, es responsabilidad de ese grupo que el 'nuevo' no se pierda, o darle información suficiente como para sentirse arropado. En ámbito educativo esta gestión sería tan evaluable como el resto de trabajo individual de cada uno.

Dos. Repetid algún ejercicio que haya gustado al grupo y para el que se necesite una información previa que los 'nuevos' no tienen. El objetivo es que tanto unos como otros sean conscientes de que lo que se hace en el taller tiene su sentido y lo primero va antes que lo segundo.

Insisto en ofrecerme a daros algunas ideas más pero no quiero que cada post de este blog se convierta casi en un libro. Os cansaríais de mí fácilmente.

Por supuesto que todo lo que he dicho hasta aquí es aplicable a la empresa, al arte, a lo social, siempre adaptando todo al grupo que tengamos y al objetivo perseguido.

Es lo que tiene esto de la gestión de grupos y equipos que hay que conocer con quien se trabaja para poder trabajar lo mejor posible.

Dejadme que acabe con algo que ya he dicho pero que no me importa repetir.

Yo siempre estaré aquí... o allí, si se me pide que acuda...

Os aseguro que no, No me canso

Y sí, lograremos ser felices con lo que tenemos... o con lo que vayamos descubriendo por el camino mientras buscamos.



We are searching our utopia in a continuous present continuous!!!!!



Aquí os espero

¡Hasta el próximo!

Fernando Bercebal · momento Devising Consultor · Pedagogo Teatral



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miércoles, 3 de octubre de 2012

¡¿Qué hacer?! Las mil y una ... soluciones

¡¿Qué hacer?! Las mil y una ... soluciones
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Del anterior post 'Te necesito, mi superprofe' saco dos conclusiones inmediatas.

La primera es que es un tema que me apasiona y sobre el que me apetece mucho seguir insistiendo.

La segunda es que la perfección de un blog dista mucho de la realidad, porque me gustaría poder saber cómo contactar con aquellas personas que entráis e incluso hacéis comentarios pero que al firmar como visitas o anónimos, no puedo contestaros personalemnete y no sé si volveréis a entrar para leer mis respuestas.

Espero por tanto que si te vuelve a llegar este pedacito de mí y quieres contactar conmigo no te dé apuro escribirme directamente a mi correo fbercebal@naque.es que te estaré esperando, o unirte como seguidor del blog para estar seguro de que te llega todo aunque luego elijas la papelera de reciclaje para guardarlo.

Dicho esto, reconduzco mis pasos a la figura del superprofe y a sus primeras semanas de curso.

¿¡Qué hacer!?

No tengo un espacio ad oc, los chicos están en teatro por no dar francés o informática, y yo es la primera vez que muevo algo distinto a mis brazos y una tiza. 

Pongamos tres soluciones esquematizadas de las miles que hay.

Solución 1. No me compliques la vida. Socorrida, típica y no demasiado arriesgada. 
Vayamos a la literatura dramática. 
Cojamos un texto. 
Los habrá que se lancen al vacío y le pidan a los alumnos que elijan -entre los seleccionados-. 
Finalmente, hagamos lecturas dramatizadas de fragmentos o de obras completas y si me animo y me ayudan igual hasta la montamos... pero con leerla de forma correcta ya me vale.

Solución 2. Habrá que cumplir, al menos, con los objetivos de la materia. 
Ya que es un taller de teatro hagamos un montaje teatral. (Prometo que hablaré largo y tendido de la diferencia entre taller de teatro y grupo de teatro escolar). 
Elijo el texto, si me lo dan hecho en una editoial o librería especializada y me ofrecen un texto que se ajuste al número de chicos o chicas y así no tengo que cortar ni pegar, mejor. 
Reparto los personajes en función de las habilidades ya demostradas por los alumnos en su expediente académico o por su fisonomía aparente y miel sobre hojuelas. 
Finalmente, si a ellos no les sale de forma natural, ya intentaré yo, con mis dotes artísticas que dios me ha dado desde la cuna, hacer que me imiten lo mejor posible cada tono, cada gesto, cada posición. 
Eso sí, si el de plástica me hace un supredecorado y las madres supervestuario, mejor, así visualmente damos el pego.

Solución 3. Me gusta complicarme la vida. 
Me gustaría que aprendieran a expresarse, no sólo oralmente. 
En el espacio, como grupo, con su cuerpo y, por qué no, también con un texto. 
Me gustaría empezar descubriéndonos todos a todos, generando confianza, buscando nuestros límites expresivos, haciendo grupo. 
Aunque habrá algún padre o madre o algún alumno que podrá pensar al principio que eso ni es teatro ni es nada que se le parezca, creo que podremos demostrarles que en un taller de teatro lograremos que sus capacidades expresivas, de comunicación, de escucha, de valores, respeto, trabajo en equipo, solidaridad... crecen como la espuma. 
Para eso no me voy a centrar en un texto, más de lo que me centro en el resto de lenguajes expresivos que nos ofrece algo tan rico como el teatro. 
El propio grupo, el espacio, el cuerpo, el movimiento, el sonido, la voz y el texto. 
Los objetos, el ritmo, las texturas, las sensaciones, las experiencias. 
Quiero primero jugar con todo esto y encaminarlo hacia una posible muestra final no imprescindible, pero que puede ser un colofón interesante para todo el proceso.

¿Me gusta complicarme la vida?
O quizás me gusta disfrutar de la vida y ser más feliz.

No hace falta que descubra cuál de las tres se parecería más a lo que sueño cómo me gustaría que fueran los talleres de teatro en ámbito educativo

Y sé que soñar es gratis.

A veces puede parecer que uno se frustra al no hacer realidad sus sueños pero, si realmente son deseados, los sueños, poco a poco se van haciendo más reales y, tarde o temprano, podrás tocarlos con los dedos.

Sé que no es fácil romper esquemas a personas que llevan trabajando décadas en este tema y que centran todo su esfuerzo en el texto y su puesta en escena. 
Es esa sensación que se tiene cuando sólo se considera trabajo lo que produce bienes de consumo. 
¿Tú? ¿Madre de familia y profe? ¿TÚ? ¿Te dedicas a la cultura? Ah, pero si eso es como si no trabajaras.
Yo llevo décadas dedicado a la pedagogía de la expresión y te aseguro que te puedo relatar resultados maravillosos intangibles pero maravillosamente reales. Sensaciones a veces inexplicables, a veces absolutamente visibles, que están ahí para ser compartidas.
 
Sé que no es fácil convencer a quien no tiene medios ni ánimos alrededor y ha de pelear contra la tropa inglesa y los elementos todos a una. Sin aula propia, sin elementos de trabajo, con horario cambiante.
¿Quieres que te cuente lo que he hecho hoy en...? ... Déjate de tonterías de teatro y haz algo de provecho. ¿La tele? ¿El fútbol? ¿Las noticias?
Aquí estoy yo, por si te sirvo de 'escuchante'. Me encantará oír todo lo que cuentas y comentarlo contigo. Cuando, donde y como quieras.

Sé que no es fácil dar seguridad a personas que se han de arriesgar sin red a desarrollar la labor del taller de teatro. Nunca han hecho teatro, ni han trabajado expresión y, por supuesto, no se lo han enseñado en la carrera ni en los cursos de formación complementaria. O simplemente, necesitarían formación para sentirse más seguros.
¿Qué puedo hacer si nunca me he visto en otra?
Déjame ser tu red. Ya te he hablado de los límites y de que has de acercarte a ellos como le pedimos a los alumnos que salten más allá muy de vez en cuando. 
También te he dicho que no te quiero pedir que lo hagas a ciegas y sin tener un pie bien asegurado en tu círculo o con alguien que te sujete mientras te arriesgas.
Déjame ser ese alguien para cuando desees arriesgartre.

Este blog me está haciendo ver que si bien he impartido cursos, talleres, seminarios y conferencias con las que, a veces he ayudado a fortalecer ideas o a cambiar otras, la realidad es individual y cada persona es una vida y unas circunstancias irrepetibles.

Por eso, aprovechando lo que internet y el siglo XXI nos facilita déjame que te diga que me tienes aquí, a este lado, que es allí, contigo, para echarte una mano e intentar, juntos, encontrar la mejor solución entre las mil y una...

De noche o de día, SIEMPRE.



Una cosa más. Si necesitáis un material escrito sobre el tema, podéis acceder a su ficha en este enlace http://bit.ly/QX2lVZ del libro y a un pequeño video en el que explico el libro del alumno en este otro http://bit.ly/RbHpuZ


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Fernando Bercebal · momento Devising Consultor · Pedagogo Teatral



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