Percepción. Perspectiva. 13 martes.
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Esta calle tan estrecha puede ser insalvable de acera a acera por motivos
muy diversos
dependiendo de la hora, el momento, el clima, el objetivo…
Alguien
sabe por qué ese día no crucé???
percepción.
(Del lat. perceptĭo,
-ōnis).
1.
f.
Acción y efecto de percibir.
2. f. Sensación interior que resulta
de una impresión material hecha en nuestros sentidos.
3. f. Conocimiento, idea.
percibir.
(Del lat. percipĕre).
1.
tr. Recibir
algo y encargarse de ello. Percibir el dinero, la
renta.
2. tr. Recibir por uno de los sentidos
las imágenes, impresiones o sensaciones externas.
3. tr. Comprender o conocer algo.
perspectiva.
(Del lat.
tardío perspectīva [ars], óptica).
1. f. Arte que enseña el modo de representar en una superficie los objetos,
en la forma y disposición con que aparecen a la vista.
3. f. Conjunto de objetos que desde un punto determinado se presentan a la
vista del espectador, especialmente cuando están lejanos.
6. f. Visión, considerada en principio más ajustada a la realidad, que viene
favorecida por la observación ya distante, espacial o temporalmente de
cualquier hecho o fenómeno.
Primero
pensé en seleccionar las acepciones y luego preferí transcribirlas todas para
tener una perspectiva más amplia.
En la expresión
y la creatividad, gran parte del trabajo se desarrolla a través de la
percepción, Algo que podríamos asimilar a lo que tantas veces apodamos ‘escucha’.
Esa sensación
interior que resulta de la impresión material hecha en NUESTROS sentidos.
Es básico
que antes de trazar, miremos; antes de hablar, escuchemos; antes de mover,
sintamos; y, ahora que está tan de moda, antes de dar a probar, olamos y
gustemos…
Por tanto
la percepción es algo que debemos entrenar a diario, a tope, y sin complejos…
Porque como su propia tercera acepción confirma, es la manera de comprender o
conocer algo.
Pero… y
además…
Uno de los
más habituales errores en expresión, creatividad, gestión, trabajo en equipo y
en casi cualquier faceta de la vida, hasta y, sobre todo, en las relaciones
humanas, es confundir percepción con perspectiva.
O mejor
dicho… Confundir nuestra percepción con la única o mejor perspectiva.
A veces
nos creemos en posesión de la verdad. Creemos que nuestra forma de ver las
cosas es la mejor, porque no hay otra. Intentamos imponer nuestro criterio
porque estamos convencidos de que es el que le viene mejor a todos… porque me
viene bien a mí. En definitiva, queremos imponer nuestra percepción como si
fuera la única perspectiva posible.
Volviendo
a las acepciones, en la sexta de perspectiva nos aclara algo fundamental:
Visión, … más ajustada a la realidad… favorecida por la observación ya distante
espacial o temporalmente…
Es decir,
cuando nos distanciamos de aquello que observamos, ya sea en el tiempo o en el
espacio y yo añadiría más, nos distanciamos en lo personal, somos capaces de
tener una mejor perspectiva, simplemente porque le damos más profundidad de
campo.
Es curioso
porque, frente a esta acepción, existe la aparentemente contraria, la 4, que
explica que perspectiva es una apariencia o representación engañosa y falaz de
las cosas.
Es decir,
a veces, si jugamos con esa perspectiva, podemos no solo no acercarnos a la
realidad sino alejarnos… a sabiendas.
Hay veces
que nos engañamos a nosotros mismos e intentamos ver las cosas desde puntos de
vista que no son reales, con el único objetivo de no cambiar las cosas, de
defender posturas indefendibles, o de no hacer aparente daño a terceros.
El famoso Síndrome
de Estocolmo sería el paradigma de la exacerbación de esta acepción.
Y todo
este preámbulo que casi completa un post para.,,,???
En Drama,
muchos ejercicios trabajan la observación, la percepción.
Con la ya
manida frase de ‘nada está mal hecho, solo está mal lo que no se hace’, a veces
nos olvidamos que, sin que esté mal, sí es mejorable.
Porque
muchas veces nos encerramos en que cada uno percibimos las cosas de distinta
manera por lo que los resultados, los efectos, las reacciones, son personales e
intransferibles.
ERROR!!!
La
percepción es transferible y a eso se le llama, perspectiva.
¿Qué pasa
cuando trabajamos ejercicios de teatro imagen en los que se pretende analizar y
mejorar imágenes que representan ideas embrión, ideas esencias, pasajes
concretos, núcleos de escenas u obras completas?
Lo primero
que pedimos a los que participan como público en el ejercicio, es que se sitúen
en el lugar desde el que mejor o más interesante les resulta la imagen.
Estamos
pidiendo que nos cuenten su percepción de la imagen y a la vez estamos
coleccionando perspectivas. Puede que a un espectador, la perspectiva de otro
le haga cambiar de opinión y posición.
Pero y
además, lo más importante es que al equipo que está trabajando, la perspectiva
externa le ofrezca información sobre cómo cambiar, mejorar, reforzar o
modificar sus intereses expresivos.
Y de
hecho, la técnica de teatro imagen basa su poder en eso, en cambiar detalles de
la imagen para corregir, potenciar o descubrir elementos que solo la
perspectiva nos aporta.
Nada mejor
en ámbito educativo que una evaluación externa además de la autoevaluación.
Nada mejor
para una empresa que saber lo que opinan sus clientes y, mejor aún, los que no
lo son.
Nada mejor
para un trabajo social que conocer de primera mano la opinión del grupo
objetivo y de quien no pertenece a ese grupo.
Nada mejor
para un grupo artístico, que un preestreno con público para conocer fortalezas
y debilidades, además de los ensayos.
Por muy
creativos y expresivos que seamos, nuestra percepción de las cosas es la que
es, y es imposible que sepamos reproducir todas las perspectivas si no
recibimos ayuda de externos, de desconocidos, de… OTROS.
La
percepción nace en NUESTROS SENTIDOS. La perspectiva necesita de los OTROS.
Es por
tanto imprescindible no cegarnos en nuestra percepción de las cosas y agrandar
nuestro círculo con la percepción de los demás.
A veces
serán incompatibles y habrá que intentar llegar a una posición media o alguien
convencerá del posible error a otro.
La mayoría
de las veces lo único que lograremos será ampliar nuestro círculo con más
perspectivas posibles.
Y ahora os
preguntaréis … y lo de 13 martes…???
Es
sencillo. Hoy es 13 martes y en la cultura hispana corresponde a un día en el
que no se deben iniciar proyectos como casarte o viajar… o iniciar negocios o
relaciones…
Desde otra perspectiva, el día fatídico para la cultura anglosajona es el 13 viernes y está
más relacionado con lo tenebroso y lo oculto.
En ambos
casos, algo de mala suerte.
Sin
embargo, hay personas, entre las que me encuentro, para las que el número 13
supone una extraña sensación de ilusión, aunque solo sea por ir a contrapelo y,
para otros muchos, ‘ni chicha ni limoná’…
Me
apetecía escribir un martes y trece, y escribir sobre las distintas formas que
tenemos de ver la vida cada uno.
De percibirla.
De nuestras perspectivas.
Por
nuestra forma de ser, por nuestras experiencias previas y las que se avecinan,
por las personas que nos rodean y las que se alejan, por las circunstancias y
las ‘cadaunadas’ de cada uno.
Hay veces
que el ancho de una calle se hace insalvable, y lo que hay en la acera de
enfrente nos resulta imposible de conseguir en ese momento. Porque
económicamente está fuera de nuestras posibilidades, porque creemos que si
miramos no nos van a mirar o porque el ruido, en todos los sentidos, es tal,
que por mucho que intentemos comunicarnos va a ser inútil recibir una
respuesta.
Hay otras
que 427 kilómetros se convierten en nada si en el otro extremo del mapa algo o
alguien nos invita a que acudamos.
Los
problemas surgen, muchas veces, porque desconocemos la perspectiva del otro.
A veces
porque no hacemos por ponernos en su lugar.
A veces
porque intentándolo, no somos capaces de hacerlo por falta de entrenamiento, de
entendimiento o de posibilidades.
A veces
porque no existe comunicación suficiente o ninguna y es imposible conocer la
perspectiva del otro del que no recibimos ninguna señal.
Pero y
además, debemos estar preparados, entrenados.
Y el día en
el que, al otro lado de la calle, una señal nos invite a cruzar, tener todos
los resortes preparados para cruzarla sin miedo.
Y si, tal
día como hoy, nos hacen señales, aunque sean tenues, para recorrer 427
kilómetros, estar preparados para recorrerlos sin descanso hasta llegar a la
meta y convertir su perspectiva en nuestra percepción.
De esa
manera, no dejaremos de crecer, de agrandar nuestro círculo.
Si
entrenamos a diario la percepción y la perspectiva, no habrá más remedio que
crear constantemente donde sólo intuimos, hasta comprobarlo.
Y, por
supuesto, si estamos acostumbrados a escuchar y convertir perspectivas ajenas
en percepciones propias, estaremos aprendiendo a creer.
Hoy, trece
y martes… Yo quiero crecer, crear y creer y estoy dispuesto a recorrer 427
kilómetros o cruzar una calle de acera a acera, si percibo que he de hacerlo en
este mismo instante.
Y, como
siempre, dispuesto también a esperar, atento, sin pausa y sin prisa, lleno de
paciencia, entrenando todos los días mis capacidades. Solo así mi percepción no
se anquilosará y estará lista para nuevos o viejos retos para hacer crecer mi
círculo, para no cansarme NUNCA!!!
Y NO ME CANSO!!!
We are searching our utopia in a continuous present continuous!!!!!
Aquí os espero.
¡Hasta el próximo!
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