En estos días en que cada
cual pretende tener la verdad absoluta.
En estos días en que no
existe la mentira sino la incapacidad de entender la explicación.
En estos días en que el
pensamiento único está implantado y el que no piensa como yo no merece ni mi
atención ni mi consideración…
Surge ADOLESCER.
ADOLESCER es un proyecto
para obligarnos a mirar desde el otro lado.
Dramaturgos que quieren
escribir para adolescentes.
Textos para ser montados e
interpretados por adolescentes.
Con la ayuda de pedagogos.
Pedagogos que intentan que
los textos no solo sean resultados sino herramientas.
Adolescentes que no quieren
aburrirse con el arte de Talía.
Pedagogos y adolescentes que
buscan objetivos comunes.
Dramaturgos que se unen a
este proceso…
El objetivo es conseguir una
colección de textos de distintos géneros dramáticos, escritos por dramaturgos contemporáneos
con solvencia, para que puedan ser llevados a escena por grupos de adolescentes
con la ayuda y apoyo de docentes y pedagogos.
A priori parecería muy
fácil. Bastaría con utilizar lenguaje cercano, temas de interés, y personajes
con perfiles accesibles para jóvenes del siglo XXII.
Sin embargo, para conseguir
llegar lejos con este proyecto, nos obligamos a realizar un ejercicio que no
siempre se hace y que hay personas, y más en estos días, a las que les resulta
muy costoso hacerlo: Mirar desde el otro lado.
¿De verdad que los temas que
los adultos pensamos que son los que más interesan a los adolescentes, lo son
para ellos?
¿De verdad que las
cuestiones que consideramos los adultos, necesarias e imprescindibles para su
formación y su educación, ellos las consideran así?
¿De verdad que acertamos en
el lenguaje al dirigirnos a ellos?
Nos reunimos en el Nuevo
Teatro Fronterizo, 3 dramaturgos, 3 pedagogos, y 5 jóvenes, y los resultados no
pudieron ser más sorprendentes e interesantes.
Se hizo muy corto.
Necesitamos seguir en la
investigación.
No obstante, lo que ha
quedado claro es que la mejor manera de entenderse, de trabajar, de avanzar
hacia un objetivo, es mirar desde el otro lado, o mirar desde el lado del otro.
Y no voy a detenerme en temas
sociales para los que habría mucho que decir, ya que mi blog se desarrolla en
el ámbito de la creatividad, si bien en esa creatividad aplicada.
Pero y además está claro que
migración, política, educación, religión, deporte, igualdad… mejorarían con el ‘simple’
acto de mirar desde el otro lado.
Quiero tan solo centrarme en
la creatividad, en el Teatro de Creación Aplicado y, sencillamente, llamar la
atención de lo que se viene a denominar reuniones creativas.
En estas reuniones de
equipo, hay un tema central.
Puede ser el comienzo del
proyecto con la búsqueda de un disparador con el que arrancar.
Puede ser la búsqueda de la
esencia y estabilidad del proyecto en consonancia con la Idea Embrión que
queramos defender.
Puede ser una reunión
técnica para resolver un problema que ha surgido en el desarrollo de uno de los
aspectos concretos del proyecto.
En cualquiera de los casos, la
finalidad de las reuniones creativas es la de que todo el equipo conozca la
necesidad, opinión y propuesta de los demás.
Es un ayudarnos mutuamente a
mirar desde el otro lado.
Desde su otro lado.
Si como dramaturgos, jamás
pensáramos qué opina el director de movimiento en un montaje, o como director
de marketing, no tuviéramos en cuenta al responsable de desarrollo de producto,
sería muy difícil completar el puzle creativo y conseguir un montaje o un
lanzamiento de producto realmente efectivo, competitivo, creativo y todos los ivos
del mundo.
Necesitamos mirar desde el
otro lado. Y como es casi imposible saber de todo, lo mejor es contar con un
gran equipo que aporte y se deje mirar desde su lado, a la vez que tiene
curiosidad por mirar desde el nuestro.
Ese es el objetivo, aprender
todos de todos y mejorar la labor común con la aportación informada de cada cual
desde su perspectiva.
En el proyecto ADOLESCER…
Después de tres horas que se
hicieron, a todos, muy cortas.
Después de tener la
sensación de que quedaba mucho en el tintero.
Después de no saber si
habíamos llegado a algún lado.
Después de esto, el joven
que menos intervino, que menos habló, que parecía estar más a la escucha, se
despidió diciendo: ‘Quiero agradecer que haya adultos que quieran escucharnos y
nos escuchen. Es genial.’
Solo por estas palabras,
creo que todos nos dimos cuenta de que merece la pena mirar desde el otro lado.
¡Gracias a todos los que estuvisteis!
¡Gracias a los que querríais haber estado y no pudisteis estar! Y, sobre todo, ¡gracias
a aquellos que, día a día, miran y me enseñan a mirar desde el otro lado!
Yo estoy aquí porque
vosotros estáis aquí..., y viceversa.
Hola Fernando, soy Núria. Fuy alumna tuya el curso pasado en el Postgrado de Vic (que buen recuerdo tengo) hiy me ha venido tu nombre a la cabeza, y he acabado leyendo este escrito. Emoción al leerlo y más al ver que es real. Un abrazo
ResponderEliminarGracias por leer, por recordar y por emocionarte!!!
EliminarSeguimos trabajando para mejorar.
Un abrazo.