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Sé que llego tarde... es que no he tenido tiempo...
Y aquí suena una risa irónica porque quien me haya leído u oído alguna vez sabe que esa excusa no existe. Siempre se tiene tiempo, sólo se elige en qué utilizarlo.
Hoy me he apropiado de una foto de Facebook que comparto como todo lo que se comparte en Facebook.
Cuando hablamos de la gestión del tiempo y el espacio, asumimos que todos convivimos en el mismo espacio tiempo.
¿Y si no fuera tan sencillo?
Una imagen vale más que mil palabras mal utilizadas... y en este caso me gustaría provocaros la reflexión a partir de la imagen y de la propia reacción que me provoca.
¿Y si hubiera caminos recónditos que nos unen o unen nuestras ideas, experiencias, creencias, vivencias... pero no fuéramos capaces de darnos cuenta?
Cuando dos personas hablan aparentemente del mismo tema pero no se entienden.
Cuando una discusión teórica se zanja con un 'es cuestión de terminología'.
Cuando dos científicos llegan a la misma conclusión después de años de investigación aislada casi al unísono.
En estos casos creemos vivir en el mismo espacio tiempo, pero no coincidimos.
Cuando dos desconocidos coinciden al decir algo en voz alta, al mirarse a los ojos a hurtadillas, al pedir el mismo libro en una librería a la que nunca habían ido, al probar por primera vez una comida, al saludarse diez segundos después del momento aparentemente adecuado de saludarse...
¿Son realmente tan desconocidos o simplemente no han coincidido antes?
Aquí pretendemos pensar que vivimos en espacios tiempos distintos y sin embargo coincidimos.
Alguien una vez me contó una historia preciosa e insufrible a la vez. La de dos amantes que formaban una cadena y que solo coincidían en el cierre de los eslabones. Una vez, un momento de coincidencia en cada enorme eslabón de la cadena.
Suele ser habitual que personas que comparten espacio tiempo deban esforzarse por descubrir qué les une realmente, pues aparte del espacio y el tiempo, cuesta encontrar puntos de coincidencia. Compañeros de trabajo, de estudios, de vida, que conviven pero no coinciden. Esforzarse por coincidir para convivir. Esforzarse por buscar puntos en común con las personas con las que coincides en tu vida...
¿Y si tratáramos de hacer lo aparentemente contrario?
¿Y si tratáramos de coincidir en el espacio tiempo con personas con las que estamos unidas y que están por ahí, esperando coincidir con nosotros?
A veces tienes la suerte de conocer a personas que, de haber coincidido antes
en tu mismo espacio tiempo, habrían cambiado tu vida. Se convierten en tus maestros, tus discípulos, tus colegas, tus amigos, tus binomios fantásticos.
Si tienes la suerte de conocer a alguna, de COINCIDIR, no la pierdas de vista... No será fácil llegar a la vez al siguiente roce de eslabones de la cadena.
A simple vista puede parecer que este post se aleja de la pedagogía, de la gestión, del teatro, del espacio y del tiempo...
¿No busco continuamente el cuestionamiento?
Mi cuestión, planteamiento e incluso reto de hoy es...
¿No sería maravilloso llevar las antenas puestas en todo momento para que si, por un casual, nos cruzamos con alguien así en ese roce de eslabón de la cadena, estemos preparados para que no se vaya de nuestro espacio tiempo nunca más?
We are searching our utopia in a continuous present continuous!!!!!
Aquí os espero
¡Hasta el próximo!
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