Apuntes para guiarme en un taller.
Ni un profesor es un actor.
Ni un político es un actor.
Ni un padre es un actor.
Ni, igualmente, su versión femenina o neutra.
Un actor parte de una convención entre él y el público.
Normalmente, esa convención la propone el actor para que el público admita que,
aunque sabe que a lo que va a asistir no es real, está de acuerdo con asumirlo como
tal.
Si un abogado, un profesor, un político o un padre, partiera
de la premisa de que aquello que le plantea a su interlocutor es falso, sería
imposible cumplir los objetivos para los que se ha preparado.
Con esta premisa y la afirmación que titula este post abrí
una sesión en el Máster en Abogacía de la Universidad de Castilla-La Mancha que
se había titulado ‘Oratoria Forense’ y yo me había atrevido a subtitular ‘O
cómo dominar nuestras capacidades expresivas como abogados’.
Y es que hay muchas veces que, por el ‘simple’ hecho de
realizar acciones, discursos, poses, intervenciones… ante un o unos interlocutores/escuchantes,
que no público -al menos en el sentido artístico de la palabra-, tardamos muy
poco en adjudicar la etiqueta de actor a cada una de estas personas.
Por supuesto que actúan, en el más amplio y lógico sentido
de la palabra: Accionan, hacen cosas, se mueven, hablan, gesticulan e intentan
comunicar un mensaje o controlar las reacciones de sus interlocutores o incluso
condicionar sus respuestas.
Pero y además… NO SON ACTORES.
No quiero que parezca que estoy tirando piedras a mi propio
tejado ya que me he dedicado y me dedico a aplicar técnicas, en gran parte,
teatrales, a la formación y desarrollo expresivo de todos estos colectivos y
alguno más.
Y es que, precisamente, esta es la razón que me lleva a afirmarlo.
No son actores, pero y además, les convienen, les benefician
e incluso necesitan técnicas de expresión y creatividad que hagan de su labor
diaria algo más efectivo, agradable, convincente, divertido, importante y, por
qué no, fascinante!
Llevo más de la mitad de mi vida pensando, estudiando,
practicando, enseñando y compartiendo experiencias en los más diversos ámbitos humanos,
profesionales y artísticos de esta vida, y sigo convenciéndome, cada día un
ápice más, de que las técnicas que mejoran la capacidad expresiva y creativa de
cualquier persona, son buenas, necesarias y gratificantes para desarrollar
cualquier función diaria…
¿He dicho función?
¿He dicho que cada uno estamos inmersos en nuestra obra de
teatro que es nuestra vida?
No, he dicho que si todos supiéramos escuchar, expresarnos,
ser creativos y divergentes, más de lo que somos, posiblemente estaríamos ante
otra concepción de nuestra labor diaria, de nuestra profesión, de nuestra educación…
de nuestra vida!!!
Eso intento en lo que hago.
En el Seminario de Apoyo al taller de Teatro y Expresión,
parece obvio, aunque muchos de los responsables de estos colectivos no lo
tengan claro y prefieran un autolucimiento que un crecer en su propia seguridad
expresiva y creativa y la de aquellos para los que trabajan.
En Talleres de ámbito profesional como el de Oratoria
Forense del Máster en Abogacía, intentando demostrar a los letrados y jueces o
a cualquier otro colectivo profesional, que gran parte de su labor depende de
su capacidad de escucha, su capacidad de expresión, de conversación, de
negociación, de convicción… y para llegar a desarrollar todo eso hay que
entrenar nuestra capacidad expresiva y nuestra creatividad, dominando técnicas
que muchas veces nacieron en las artes escénicas, y muchas otras fueron las
artes escénicas las que las aprovecharon antes o mejor que otras áreas.
En el Curso Las D’s de la Educación que voy a comenzar a
impartir el mes que viene para el Centro Regional de Formación del Profesorado,
donde lo que buscaremos será, entre todos, con grupos de trabajo, y partiendo
de la convicción de que la Educación es mejorable, intentar olvidarnos de la
búsqueda directa del conocimiento y generar unas bases expresivas, creativas,
divergentes, diferentes y divertidas para que la educación llegue al
conocimiento a través de la expresión y la creatividad.
Y aunque ya he hecho mi habitual giro hacia una realidad
menos teórica y más vital, hoy necesito dar un segundo giro.
¡Cuántas veces has intentado decir algo y, según lo has oído
salir de tus labios ya has empezado a disculparte o a pensar que no era eso lo
que querías decir!
¡Cuántas veces te han dicho ‘qué cara has puesto’ y tú mismo
no has sido consciente de esa cara y, quizás y sin quizás, hubieras preferido
no haber dado ese mensaje con tu gesto!
¡Cuántas veces has sufrido lagunas en tus procesos creativos
para lograr ideas para ti, para tu entorno, para los que tienes delante o
dependen de ti, y te has sentido incapaz, torpe e incluso inútil ante algo para
lo que no has encontrado una salida… y quizás la tenía!!!
¿Y si nos pusiéramos a entrenar y practicar esa forma de decir, esos gestos, esos procesos creativos?
¿Y si nos pusiéramos a entrenar y practicar esa forma de decir, esos gestos, esos procesos creativos?
Hay personas que oyen hablar a otros en otros idiomas y se
lamentan de no haber aprendido en su día y ahora creen que ya es tarde.
Hay personas que dependen de los demás para desplazarse
porque no tienen carnet de conducir, o, simplemente no saben montar en bici o
patines y se lamentan de no haber aprendido de niños y ahora creen que ya es
tarde.
Hay personas que se asombran de lo que unos niños son capaces
de hacer con un ordenador, un móvil o una tableta y se lamentan de no haber
nacido en esta época y ahora creen que ya es tarde.
Y… sí, hay personas que creen no ser creativas, no ser
capaces de expresarse bien, ni oralmente, ni con su cuerpo y gestos, ni de
cualquier otra manera y, a veces sin lamentarse de nada, creen que ahora ya es
tarde.
NUNCA ES TARDE!!!
Podemos haber llegado con cinco minutos de retraso.
Podemos jugar con desventaja, al menos al principio de la
partida.
Podemos, incluso, darnos cuenta de que esto nos va a costar
la mayor cantidad de paciencia jamás aplicada a algo o a alguien.
Pero… y además… Te Aseguro Que Merece La Pena!!!
Cuando uno está convencido de que algo es positivo, desea,
con todas sus fuerzas, compartirlo.
Eso seguiré haciendo yo…
Y no me canso.
We are searching our utopia in a continuous present continuous!!!!!
Os espero…
En algún lugar, hacia alguna parte…
SIEMPRE!!!
Puedes compartir los contenidos de este post con todas las personas a las que creas que pueda interesarle.
fbercebal@naque.es
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