‘Mirad la foto. Haced solo eso. El resto, que surja, y me lo enviáis.’ #creatividad
La frase con la que cerraba
la última entrega de mi blog tenía un poco de trampa.
‘Haced solo eso.’
Había escrito durante unos
cuantos párrafos que para ser creativos no hay que esperar a que suceda, y no
se me ocurre otra cosa que pediros que solo miréis la foto y que, el resto,
surja.
Lo siento, pero no. No es
esperar a que surja. Se trata de que yo os he planteado la foto como
provocación, como disparador. A partir de ahí, las propuestas, historias,
ideas, proyectos que puedan surgir, no van a caer por su propio peso, ni van a
aparecer por arte de birli birloque.
A partir del disparador, hay
que poner en marcha nuestras propias neuronas, nuestros engranajes y mecanismos
y ponernos a trabajar en nuestra creatividad.
Y como ya he dicho más de
una y dos veces en este vuestro blog, la creatividad no es otra cosa sino
elegir la mejor de las respuestas entre todas las posibles.
Si solo sabemos pintar con
acuarela, es inútil que nos planteen expresarnos de forma plástica con toda la
creatividad del mundo. Porque no voy a ser capaz de responder con carboncillo,
ni con cera, ni con óleo, ni con vectorización digital, ni con grafiti… En fin,
que las posibilidades para ser creativos se nos reducen ostensiblemente.
Entonces, ¿qué podemos hacer
ante un disparador para poner en marcha nuestra creatividad? Pues lo primero es
intentar verlo desde distintas perspectivas y buscar todas las soluciones
posibles que tengamos a nuestro alcance. A partir de ahí, podremos elegir la
mejor solución de todas ‘nuestras’ posibles y será entonces cuando podamos
decir que nuestra creatividad está en funcionamiento.
Solo como ejemplo, al mirar
la foto, he desgranado algunos temas de los que podría hablar:
Contrastes. La foto muestra fuertes
contrastes entre el cielo, las nubes y los árboles. Y podríamos hablar de que no
siempre lo más contrastado es lo que mejor se aprecia. A veces, cuando algo
contrasta mucho sólo se aprecia la silueta. Faltan los detalles. Como los
detalles de los árboles que, sin duda, los tienen, pero debido al fuerte
contraste nos resulta imposible apreciar. Dos posiciones radicalmente opuestas
son difíciles de entender si no conseguimos apreciar matices que no contrasten
tanto las posturas… -Y podría seguir-.
Piezas que encajan. El hueco azul que dejan
las nubes se podría rellenar con la forma de los árboles. Esa ramificación
puede encajar con lo deshilachado de las nubes. Y es que, aunque partamos de
elementos a priori distintos, lejanos, inconexos, siempre podemos encajar las
piezas para conseguir un todo grupal, estructural, casi íntimo. Los equipos de
trabajo que cuentan con personas diversas, con formación dispar, con opiniones
y experiencias con orígenes inconexos, son equipos que pueden encajar y que
quizás harán más esfuerzo por hacerlo. Los equipos que, aparentemente están en
la misma longitud de onda de principio a fin, no solo tienen el peligro de ser
monótonos, sino que su estructura, ilusoriamente monolítica, puede hacer aguas
por muchas partes en cualquier momento… -Y podría seguir-.
Puzles. Ya que hablamos de piezas,
quien haya hecho puzles sabrá que las zonas más complicadas son las de color
plano y uniforme. Si esta foto fuera un puzle, sería complicado el cielo y las
nubes, aunque las ramas son todas tan impersonales, que tampoco resultaría nada
fácil ensamblar sus piezas. Se necesita personalidad, colorido, piezas únicas y
contrastes suficientes para facilitar armar un buen puzle. Como los equipos… -Y
podría seguir-.
Tres elementos. La foto es completa y solo
tiene 3 elementos. Árboles, nubes y cielo. Un plano se define por tres puntos.
Ergo, el asiento más estable es el de 3 patas, por el mismo principio. El
tercero en discordia genera crisis, o ayuda a desempatar, o a arrojar luz sobre
una discusión bipolar. Un elemento es monótono. Dos, tienden al equilibrio o a
la inacción. Tres provocan, dinamizan, hacen que cada elemento se considere el
tercero, observando a los otros dos…. -Y podría seguir-.
El cuarto elemento. Cuando nos dicen que nos
fijemos en algo y nos lo explican, cerramos la mente a elementos que no hayan
sido expuestos en la explicación. Una de las claves de la creatividad está en
buscar más allá de lo obvio, más allá de lo planteado, y buscar elementos que
no se hayan tenido en cuenta o no se les haya dado la importancia adecuada. ¿Os
habíais dado cuenta de que, en esta foto, hay un cuarto elemento discordante?
Las nubes, el cielo y los árboles son orgánicos y geométricamente amorfos. Sin
embargo, si os fijáis en la parte derecha inferior de la foto, hay dos
elementos que surgen, tímidos, discretos, con un color que no los distingue del
resto de elementos. Pero y además son geométricamente regulares. Rectos,
angulares. Sí, como jugando al despiste, se han colado los aleros de dos
edificios en una estampa nada artificial. Si no somos capaces de apreciar estos
detalles diferenciadores, podríamos llegar a pensar que son parte del tronco
del árbol. A veces no somos conscientes de todo lo que los demás aportan
porque, sencillamente, lo asimilamos a lo que ya hay, sin percatarnos de su
singularidad… -Y podría seguir-.
Bien. A esto me refería con
lo de buscar todas las posibles opciones para elegir la mejor. En apenas una
página, he expuesto cinco posibilidades para hablar de la creatividad, el
trabajo en equipo, las ideas y el pensamiento creador. Y el disparador ha sido
en todas el mismo. Una foto que un tal Fernando Bercebal colgó hace unos días
en su blog.
Podría no haber tenido
ninguna idea y abandonar, pensando que no soy creativo.
Podría haber parado en la
primera y pensar que había tenido la mejor idea del mundo.
Podría, incluso, haber
pensado en muchas más y haberlas desechado considerándolas tontunás.
¿Qué es lo que he hecho?
Trabajar mi creatividad. No esperar a que surja. Pico y pala hasta conseguir
suficientes ideas que me hicieran sentir satisfecho o, al menos, que me
colocaran en el trampolín de salida… -Y podría seguir-.
¿Habéis hecho algo parecido?
¿Queréis intentarlo vosotros? ¿Queréis proponer una provocación en forma de
imagen, frase, texto, sonido…?
Provocad.
¡¡¡Provocadme!!!
Necesito trabajar mi pensamiento
creativo y contar con vosotros me resulta indispensable.
¡Gracias por seguir!
Yo estoy aquí porque
vosotros estáis aquí..., y viceversa.
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