Hoy le pido prestada esta imagen a Mike Villanueva @mike4film, que a su vez la descargó de un post de Ian Bremmer @ianbremmer, derivada de la tendencia actual del DIKW, porque coincide con un mantra que escuché y grabé, hace ya mucho tiempo, de Augusto Guzmán https://www.facebook.com/stillnoise.estudios, que a su vez refleja el pensamiento de la filosofía clásica.
Hay tres niveles básicos de saber: la información, el conocimiento, y la sabiduría.
La información son las unidades de realidad que percibimos por todos nuestros medios a nuestro alcance, comenzando por nuestros sentidos.
El conocimiento es la estructuración de esta información, en módulos, conceptos, sistemas o estructuras que definen la realidad y su comportamiento, y que se fija a través del estudio, la pedagogía y la didáctica.
La sabiduría es el grado que se alcanza al ser capaces de descubrir relaciones, consecuencias y estructuras que sobrepasan el conocimiento y su forma de anclar una información con otra.
La información da materiales para hacer caminos, y puntos de salida y destino de esos caminos.
El conocimiento, utiliza esos materiales para comunicar esos puntos, seleccionando
y fijando, con criterios propios, las sendas de esa información.
Como veis, no es que esté ya todo inventado, sino que hay nuevas perspectivas del mundo que existe antes que nosotros, y cada uno recibimos esta información, este conocimiento, e intentamos estructurarlo y adecuarlo a nuestro entorno y nuestra contemporaneidad… pero esto será motivo de otro artículo más adelante.
Volviendo al caso que nos ocupa, en este siglo XXI, se añadió a este trinomio el concepto dato. De ahí DIKW: Data (Datos) Information (Información) Kmowledge (Conocimiento) Wisdom (Sabiduría).
Este añadido, lo ‘único’ que pretendía era
poner de relieve que la información se compone de datos. Son los átomos que
componen los materiales de la información. Y en este siglo del Big Data, ¡¡¡cómo
no iban a tener protagonismo los datos!!!
De hecho, parece que actualmente es más
valioso tener muchos datos, a tener conocimiento o sabiduría.
Es un error pensar que la sabiduría surge, espontáneamente de la acumulación de datos.
Finalmente, en este cuadro de Bremmer, se han incluido dos aspectos contemporáneos, surgidos, en gran medida, a partir de las redes sociales: Insight (visión) y Conspiracy Theory (Teoría de la conspiración).
Con esto último no me apetece utilizar ni tiempo ni espacio. Bastará que diga que estoy bastante alejado de conspiraciones. O ya jugaremos otro día a esto… Y… ya!!!
Me quedo, sin embargo, con el concepto Insight (visión).
Sí, hasta ahora, solo teníamos estadios que suponían un paso más hacia la sabiduría pero, y además, ¿qué mecanismos logran que una persona consiga dar ese paso?
Y por fin llegamos a donde queríamos llegar.
Precisamente eso es lo que ejercita el entrenamiento en creatividad.
El salto entre los datos y la información, lo provoca
el análisis.
El salto entre la información y el conocimiento, lo da
el criterio, la didáctica, la pedagogía, la enseñanza,
el estudio, la toma de decisiones para elegir este dato y no el otro, esta
información y no la otra…
La capacidad de generar energía y contenido suficiente como para dar un salto entre el conocimiento y la capacidad visionaria que abre las puertas a la sabiduría, es la creatividad.
No estoy diciendo que la creatividad genera sabiduría.
Lo que digo e insisto es que la creatividad
es el mecanismo que hay que poner en marcha para que el conocimiento,
con entrenamiento y trabajo de procesos creativos, llegue a lograr contenidos
de sabiduría, que no es otra cosa que crear conocimiento nuevo a partir
de las nuevas relaciones entre conocimientos ya desarrollados pero no
conectados hasta entonces.
Una persona informada es la que
tiene los datos y los organiza, sin una utilidad concreta.
Una persona con conocimiento es aquella
que, una vez organizados los datos en información, es capaz de conectarlos para
adquirir rudimentos, secuencias, estructuras, conclusiones, sistemas…de
conocimiento.
Una persona sabia es la que
es capaz de desarrollar, a partir del conocimiento, nuevas conexiones,
relaciones y lotes de nuevos datos, información y conocimiento.
Y para eso, necesita,
indefectiblemente, poner en marcha la máquina creativa que cada uno llevamos
dentro.
Uno de los objetivos del próximo Seminario
que convocaré en breve, es precisamente este: generar mecanismos para que
nuestros conocimientos se conviertan en sabiduría, al ser capaces de asociar
creativamente, lotes de datos, información y conocimiento de manera diferente,
divertida, divergente.
¿Te atreves? ¿Te interesa? ¿Lo
necesitas? ¿Quieres?
Dímelo por aquí o escribe a fbercebal@naque.es
Y recuerda que debes decirme para
qué quieres mejorar en tu expresión y tu creatividad.
¡Gracias por seguir leyendo y, por
supuesto, no solo se admiten, sino que se agradecen comentarios!
Yo estoy aquí porque vosotros
estáis aquí..., y viceversa.
@fbercebal
@ñaqueeditora
@creatividad
Estoy interesada en el seminario. Me atrevo, me interesa, lo necesito y quiero.
ResponderEliminarPerfecto Piedad. SI me escribes a fbercebal@naque.es, te tomo la palabra y en cuanto lo lance te lo envío.
EliminarEl tejido de conceptos que se despliegan a partir de la idea de información, conocimiento y sabiduría son muy contundentes, solo decir tal vez que en la sabiduría hay un componente de cuerpo, de sensibilidad y de intuición que es un conocimiento in-corporado, este me parece la clave que hay que poner en juego en el campo de la creación. Felicitaciones Fernando, y por supuesto yo me apunto al próximo que estas pensando lanzar.
ResponderEliminarGracias Paul. Me apunto a tus palabras sobre lo in-corporado.
ResponderEliminarY como le dije a Piedad, si me escribes a fbercebal@naque.es te aviso en cuanto arranque la convocatoria.