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jueves, 10 de diciembre de 2020

La felicidad... Un derecho humano.


Hoy no os voy a importunar sobre cuestiones teóricas.

Sobre jueguercicios.

Sobre cómo ser más o menos creativo.

Sobre devising o creación. 

Sobre pedagogía o expresión.


Hoy seré muy breve.


Hoy hace 72 años que se proclamó la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Hay hasta 30 que van desde el derecho a la vida, a los juicios justos, a la libertad, a la libertad de opinión...


Hoy llevo más de la mitad de mi vida trabajando, desde la Expresión, la Creatividad y las Artes Escénicas, para mejorar la vida de mis semejantes. Allegados y no tanto.


Hoy creo firmemente que los valores, actitudes y aptitudes que desarrolla el teatro, la creatividad y la expresión en general son, sin lugar a dudas, baluartes necesarios para estos derechos.


No se puede tener libertad de expresión si no sabemos expresarnos. 

No podemos tener juicios justos si no somos capaces de pensar convergente y divergentemente. 

No podemos ejercer la libertad de opinión si no nos han dado herramientas para formar nuestra propia opinión.

No podemos tener auténtico derecho a la vida, si no nos han dotado de herramientas para disfrutarla e intentar mejorarla día a día.


No obstante, por muchas vueltas que le doy, al final, tanto una cuestión como otra, tanto los Derechos Humanos, como el trabajo en Creatividad y Expresión, en el fondo, y en la superficie, tienen un único objetivo:

La búsqueda de la Felicidad.


Hoy, celebrando este día, solo quiero recordar que todo cuanto hacemos ha de tener un 'para qué'.

Y que el 'para qué' más importante que tenemos en nuestra vida es el de ser felices.


Si nosotros lo somos, haremos más fácil que los que tenemos alrededor lo sean.

Y, a la 'vuzinversa', si realmente conseguimos ser felices, es porque habremos hecho la vida un poquito más feliz a los que nos rodean.


Pero y además, no me puedo despedir sin provocar algún pensamiento divergente o, al menos, proponeros un punto de vista distinto.

Hoy, día de los Derechos Humanos, os pido una pequeña reflexión alternativa.

¿Y si en lugar de pensar en el Derecho a la Felicidad, defendemos la obligación de tratar de serlo?

¡Por el simple placer de que los que nos rodean lo sean un poco más!


Nada más.


Y nada menos.


Os recuerdo que yo estoy aquí porque vosotros estáis aquí..., y viceversa.

¡Gracias por seguir leyendo y, por supuesto, no solo se admiten, sino que se agradecen comentarios...! 

¡¡¡Me haréis más feliz!!!


#fbercebal

#ñaqueeditora

#creatividad

#teatrodecreacion 

#devisingtheatre

#derechoshumanos

2 comentarios:

  1. Gracias, Fernando, por la entrada.

    Pues yo diría que más bien la obligación la tenemos, como en algún momento apuntas, con nosotros mismos. Que debemos respetarnos como personas y que eso sólo es posible teniendo en cuenta a los demás, nuestros espacios, amigos, animales, cosas... básicamente reafirmo lo que ya dices tú, pero incidiría en que la felicidad está en nuestro equilibrio personal, que sólo puede vivirse en presente y en relación con "nuestro otro", si se me permite la expresión. Ojo, yo sigo entrenando, aún no me sale...

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    1. Totalmente de acuerdo. Y ¡ojo!, no dejes de entrenar!!! AL fin y al cabo, la Felicidad es una búsqueda continua. Y si uno deja de entrenar, vuelve al punto de partida!!!
      Gracias.

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